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YOUABIAN - (2.014...) |
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Kami Youabian, cirujano plástico de Los Ángeles (California), y propietario de “Puma Automobiles”, tenía claro desde el principio, junto con Onnik Hovansian (desafortunado diseñador del coche que tardó cuatro años en gestar), que su proyecto no sería entendido por muchos porqué, según afirman, va dirigido a un grupo único y selecto de personas. Según sus promotores, el “Youabian Puma”, que así se llama la criatura, es un coche para hacerse ver y único, y no va dirigido al público en general porque nunca entenderá el concepto (quizá consideran que el público en general es tonto e ignorante). Hay que reconocer que tenían la razón en todo, este mastodóntico coche, por su tamaño y características sólo sirve para llamar la atención, y por lo general no le gusta a nadie.
El “Youabian Puma” fue presentado oficialmente en el Salón del Automóvil de Los Ángeles de 2014, y hay que reconocer que el coche estuvo en boca de todos. El adjetivo “mastodóntico” lo tiene ganado por sus extravagantes dimensiones, ya que a simple vista y al lado de una persona, parece un coche fuera de su escala lógica.
El “Youabian Puma” mide 6140 mm de largo y 2320 mm de ancho. Tiene una voluminosa carrocería de fibra de vidrio que reposa sobre un chasis de aluminio que soporta un motor de 8 cilindros y 7 litros, que desarrolla 505 hp, y que procede del Chevrolet Corvette Z06. Este bloque está conectado a una transmisión automática de seis velocidades, que le permite una aceleración de 0 a 100 km/h en 5,9 segundos, según su diseñador. Sus enormes ruedas, tipo 4x4 extremo, miden un metro de diámetro. Está equipado entre otras cosas con componentes y piezas procedentes de coches tan diversos como el Volvo C70, el Buick Enclave, el Chevrolet Aveo o el Chevrolet Corvette. En realidad es como una especie de puzle, cuyo resultado final no es precisamente un compendio de diseño e innovación.
La programación de la producción según sus promotores es de 15 coches al año, pero lo mejor es el precio….. 1.100.000 dólares. No, no es un error. Quizá pretenden que la “gente selecta” piense que ante semejante ganga ya no apetece comprarse un Bugatti, un Ferrari, un Lamborghini o un Rolls-Royce, porque son coches muy ordinarios.
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