STAE (Società Torinese Automobili Elettrici) - (1.907 - 1.913)



En 1905, y con un capital inicial de 900.000 liras (9.000 acciones de 100 liras cada una), la firma francesa Krieger (ver historia), especializada en la construcción de automóviles eléctricos, estableció una sucursal en Turín, Italia. La fábrica, con una superficie superior a los 16.000 metros cuadrados, estaba ubicada en el número 46 de Corso Regina Margherita.

En 1907 la sucursal italiana de Krieger se independizó empresarialmente y aumentando su capital social hasta 1.200.000 liras adoptó el nombre de “Società Torinese Automobili Elettriche” con el objetivo de fabricar sus propios automóviles con la marca STAE. Tras realizar diversas inversiones publicitarias y con el objetivo de diversificar la producción, se amplió la fábrica hasta los 20.000 metros cuadrados, con dos salas de exposición y taller de más de 50 metros de longitud y un garaje para mantenimiento y recarga de coches eléctricos. El Presidente de la “Società Torinese Automobili Elettriche” era Napoleone Leumann.

Los coches STAE estaban equipados bajo licencia, con motores eléctricos de patente Krieger, pero pesaban sólo 800 kg y aumentaron su autonomía hasta los 80 km. El motor eléctrico estaba ubicado en el centro, con transmisión de eje cardan y fuente de alimentación de la batería ubicada en el falso capó del motor. Tenía una potencia de 10 hp, alcanzaba una velocidad de 30 km/h y su autonomía era de 80/90 km.

La aparición en los años siguientes de los vehículos equipados con motores de combustión interna puso en serias dificultades a los productores de coches eléctricos. Incapaz de competir, la “Società Torinese Automobili Elettriche” cerró sus puertas en 1913.

Un coche STAE modelo Duc-de-dame de 1909 con carrocería tipo Phaeton de dos plazas puede contemplarse en el “Museo dell'Automobile Carlo Biscaretti di Ruffia” en Turín.