SPARKS (1.979 - 1.980)



A finales de los años 1970 y principios de los años 1980, llegó a Estados Unidos la moda neo-clásica, inspirada en los grandes clásicos de los años 1920 y 1930, recuperando el estilo de nombres durante mucho tiempo olvidados como Duesenberg o Packard. Esa moda procuraba combinar la elegancia y el lujoso estilo de esos automóviles con las ventajas, comodidades, fiabilidad y potencia de la mecánica moderna.

La empresa del carrocero Ron Sparks, la “Ron Sparks Coachbuilders Inc.”, con sede en San Marcos, California, ofreció entre 1979 y 1980 uno de los coches que más fielmente han reflejado esa tendencia, el Sparks Turbo, que fue sin duda uno de los automóviles que mejor expresaron el espíritu neo-clásico, recuperando un estilo de carrocería que no se había vuelto a ver desde hacía 50 años. El modelo Phaeton por ejemplo tenía dos compartimientos separados y cada uno con su propio parabrisas.

La larga lista de equipamiento de lujo incluía; dirección asistida, servofrenos, control de velocidad de crucero, volante regulable, tapicería sueca de cuero, maderas nobles, aire acondicionado, equipo de música, intercomunicador, teléfono, un par de trompetas de claxon y un mueble bar con accesorios de cristal. También había detalles cromados y bañados en oro.

Estaba equipado con un potente motor V8 Cadillac y tenía una transmisión automática de 3 velocidades. Los frenos tenían discos ventilados y servofrenos, y la suspensión de origen Cadillac le otorgaba una comodidad y calidad de marcha superlativos.

Se cree que sumando los modelos Roadster y Phaeton se llegaron a producir unas 60 unidades.

En 1981, Ron Sparks dejó de utilizar la marca que llevaba su nombre para dedicarse a un nuevo proyecto, para lo fundó la “Spartan Motorcar Company” (ver historia Spartan-USA), pero eso es ya otra historia.