Un
sueño hecho realidad, el SHR 200.
Reneé
Van Strate (antiguo profesor de Ingeniería), nació
un 17 de junio de 1933 en la localidad argentina de Progreso
(Santa Fe). Por causas de la vida, su proyecto tardó más
de 50 años en verse materializado.
Reneé
Van Strate se fijó en los microcoches que aparecieron en Argentina en la década
de los años 1950 y principios de los años 1960. Esos vehículos nacieron en
Europa como consecuencia de la necesidad de movilización de la gente tras
Segunda Guerra Mundial. (Hasta la mitad de los años 1950, la
importación de
vehículos en Argentina estaba muy limitada o al menos sujeta a una
gran cantidad de restricciones, pero durante el gobierno de Arturo Frondizi (1957-1959), se plantó la semilla de lo que luego sería la
Industria Automotriz Argentina. Se estableció un Registro de Fabricantes de
Automóviles y por otro lado se abrió el grifo de la importación). Estos curiosos vehículos
enseguida fueron rebautizados por el público criollo, dándoles el apodo de
“ratones alemanes” a causa de su tamaño y sus formas. Y así fue como aparecieron
los BMW Isetta 300, Heinkel, NSU Prinz II y III, Isard Glas, Messerschmitt
(después FMR), Maico, Dinarc, Meyra, Brutsch, Champion,
Zündapp y tantísimos otros.
En 1960,
Reneé Van Strate se propuso construir su propio coche, un vehículo para uso
privado sin pretensiones de ser construido en serie, aunque nunca pensó que le
llevaría tanto tiempo. El proyecto inicial era construir un vehículo de tres ruedas. Su
suegro, que era mecánico, insistió en que lo hiciera de 4 ruedas, pero Reneé no
tenía diferencial y decidió fabricar uno parecido al de los Sidecars, con
engranajes rectos.
En sus
ratos libres, durante sus vacaciones o incluso en momentos trascendentes de su
vida y cuando el bolsillo se lo permitía, el profesor Reneé Van Strate, comenzó
en su pequeño “refugio/taller” de la calle Iturraspe, a elaborar su proyecto
para construir su propio automóvil. Primero dibujó el proyecto
(en el que según manifestaciones del propio Reneé utilizó más de
13 metros de papel vegetal), y más tarde realizó la maqueta. Cada una
de esas cosas le llevaría un año completo. Posteriormente, el 29 de enero de 1962
comenzó la construcción, trabajó durante más o menos tres años y por causas
económicas, familiares y profesionales tuvo que abandonar indefinidamente el
proyecto.
No fue
hasta 1996 (31 años más tarde) cuando Reneé pudo
retomar su viejo y añorado proyecto, hasta que un día de junio de 2010
(50 años después de empezar), a los 77 años de edad,
con orgullo y emoción, lo dio a conocer al mundo. Reneé Van Strate bautizó su
proyecto y pieza única con el nombre SHR 200 (las siglas SHR
corresponden las iniciales de “sueño hecho realidad”).
El SHR
200 es un biplaza convertible. La carrocería está totalmente realizada en
aluminio (1,75 mm de espesor). Se trabajó en primer
lugar un bastidor de madera para moldear la chapa (como se
fabricaban los barcos) y más tarde terminó dándole forma a la
estructura. Según su creador, la línea general del SHR está inspirada en el Opel
Récord alemán de los años 1960. Las ópticas son Cibie y los aros son los de la
Gilera 150. Estos dos elementos son los únicos no construidos por Reneé, todo lo
demás, incluso los retrovisores exteriores e interiores, los fabricó él mismo.
El instrumental es de un Chevrolet Bel Air de los años 1960. Optó por esa
solución porque es de 12 Voltios y el velocímetro marca 110 Millas. Reneé
realizó todas las adaptaciones tanto de volante como de la parte inferior. Tanto
el cambio de marchas como los interruptores de las luces, están incorporados en
el volante.
Motor: |
Villier 2 tiempos
(origen Inglaterra), modelo Mark 9E/4SFR,
10,5 hp a 5000 rpm., 197 cc |
Caja de transmisión: |
4 marchas
(marcha atrás invirtiendo el motor) |
Arranque eléctrico: |
Dinastar de 12 V |
Velocidad de crucero:
|
70 km/h |
Combustible: |
Gasolina con mezcla de aceite |
Consumo: |
De 2,5 a 3 litros cada 100 km. |
Capacidad de
transporte: |
2 personas adultas |
Distancia entre ejes: |
1600mm |