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RUIBÉRRIZ (1948) |
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El relato de esta curiosa historia, así como el contenido gráfico que la acompaña, no hubiera sido posible sin la inestimable colaboración de:
Lluís Pallás Sancho (Barcelona), experto en miccocoches y colaborador habitual de www.autopasion18.com por su aportación de información histórica y gráfica procedente de sus archivos. |
Toni Soláns Brandi (Barbastro), de "La Web de los Microcoches" www.grupo7.com/microcoches por su aportación de información histórica y gráfica procedente de sus archivos y de sus contactos con la familia de Francisco Ruibérriz de Torres Lara. |
José Francisco Muñoz Antivón (Málaga), de “La historia del automóvil en Málaga” http://mainake-mainake.blogspot.com/2008/01/taillefer.html por su aportación de información histórica y gráfica procedente de sus archivos y de sus contactos con la familia de Francisco Bellido Lara. |
A todos ellos mi más sincero agradecimiento.
Francisco Ruiberriz de Torres Lara
Francisco Ruiberriz de Torres Lara, nació en Madrid, era empresario del mundo del espectáculo y tenía múltiples atracciones de feria con las que recorría España. Finalmente se asentó en Málaga y se convirtió en propietario del Cine, Teatro y Salón Gran Olimpia, en esa ciudad, llegando a emplear hasta 100 personas.
En sus instalaciones se ofrecían todo tipo de espectáculos y atracciones. Circo, patinaje, pista de triciclos infantiles, recreo deportivo "Bocha Bol", lotería, circuitos con cochecitos eléctricos, e incluso llegó a instalar un estanque con canoas a motor llamado Palacio de Cristal. Justamente a la construcción de esas canoas eléctricas se dedicó su primo Francisco Bellido Lara.
Francisco Bellido Lara
Francisco Bellido Lara, fue partícipe de dos hechos relevantes en la historia de la automoción malagueña, ya que por un lado participó muy activamente en la construcción del microcoche Ruiberriz en 1948, y por otro, junto con su primo Francisco Jiménez Bello, fundó en 1953 de la marca de motocicletas “Jimbell” (acrónimo de Jiménez y Bellido).
Francisco Bellido Lara, nació en Andújar, Jaén, un 5 de Mayo de 1912. Cursó estudios en los Jesuitas con la intención de graduarse como perito industrial, pero tuvo que dejarlos para hacerse cargo de la contabilidad de la empresa de su tío Juan, por fallecimiento de éste.
En 1940, Francisco Bellido se trasladó a Málaga, posiblemente llamado por su primo Francisco Ruiberriz de Torres Lara.
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La historia del coche Ruibérriz
En 1948, coincidiendo con el cierre del teatro veraniego Olimpia, de Málaga, su propietario Francisco Ruibérriz decidió construir su propio coche, para lo que contó entre otros con la colaboración de su primo Francisco Bellido.
Tanto Ruibérriz como Bellido tenían su vivienda en el barrio de la Malagueta, muy cerca de la fábrica de la luz. Las viviendas estaban en la parte superior y en la parte inferior Ruibérriz tenía sus talleres, y fue allí donde se pusieron manos a la obra.
En función de las fuentes consultadas, existen algunas controversias o hipótesis diferentes acerca del origen de las piezas o elementos que fueron utilizados en la fabricación del coche, así como de la autoría real del diseño y fabricación del mismo.
Como no es nuestra intención faltar a la verdad, comentaremos en esta historia las diferentes versiones existentes.
La familia de Francisco Bellido Lara, afirma que el coche Ruibérriz fue diseñado y fabricado enteramente por Bellido, y que produjo y fabricó todas sus piezas y componentes. | |
Otras fuentes, por deducción, al ver la ubicación del volante a la derecha, se plantean la posibilidad de que para la fabricación del que parece ser que fue el único ejemplar que se llegó a construir se hubieran podido utilizar piezas de origen inglés y que quizá se aprovecharan los restos de desguace de algún vehículo de procedencia anglosajona. | |
La familia de Francisco Ruibérriz afirma no obstante que, la idea de fabricar el coche prototipo para su posterior fabricación en serie fue de Francisco Ruibérriz, y que puso los recursos económicos y materiales necesarios para su fabricación. Para ello contó con la importante colaboración de su primo Francisco Bellido (técnico experto en construcciones mecánicas) y de Francisco López (experto chapista y carrocero), además de la colaboración de otros operarios que tenía a su servicio para las atracciones de feria. | |
El hecho de la ubicación a la derecha del volante no determina necesariamente la procedencia de las piezas ya que en aquella época era bastante habitual esa ubicación porque se consideraba mejor para circular por carreteras estrechas con bordes descarnados. De hecho los primeros camiones Pegaso “Mofletes” tenían el volante a la derecha y Lancia vendía muchos coches en España con dicha disposición del volante.
Si a esto añadimos la detallada explicación que el propio señor Ruibérriz expuso en un artículo publicado en 1948 en el Diario SUR de Málaga, en el que incluso mencionaba el hecho de que el motor fue fundido en la empresa de fundición “La Esperanza” propiedad de Ruperto Heaton, personalmente nos decantamos por la versión facilitada por la familia Ruibérriz. (Al final de esta historia transcribimos literalmente el contenido del artículo del Diario SUR).
Principales características técnicas del coche Ruibérriz
Motor | Trasero, monocilíndrico, dos tiempos, 170 cc, 2,5 hp. | |
Refrigeración | Por aire por ventilación forzada sin necesidad de radiador. | |
Transmisión | Caja de cambios de tres velocidades y marcha atrás | |
Carrocería | Para dos plazas, con volante en forma de ocho (para ahorrar espacio) situado a la derecha | |
Ruedas | Soriano (el de las motos) de 16" | |
Velocidad máxima | De 35 a 40 Kilómetos por hora | |
Consumo | 3 litros cada 100 kilómetros | |
Peso total | 250 Kg | |
El prototipo fue pintado de color rojo burdeos, color elegido por Pilar Lara Vila, la esposa de Francisco Bellido.
Francisco Ruibérriz proyectaba fabricar el coche en serie. Para ello solicitó permiso para la construcción de una fábrica en Málaga que produciría entre 250 y 300 unidades anuales a un precio no superior a las 12.000 pesetas, empleando a unos 500 obreros. El permiso fue concedido por el Delegado de Industria de Málaga, Elías Ulibarri. La concesión del permiso fue publicada en el Boletín Oficial del 7 de febrero de 1948, en el que además se le asignaban los cupos de material necesarios. Seguramente, como era habitual en aquella época en España, el expediente fue rechazado en Madrid y/o sucumbió ante la burocracia estatal de la época.
Francisco Ruibérriz se traslado posteriormente a Tánger en donde prosiguió con sus actividades industriales, abriendo despacho en la calle Dante número 12. Fue en esa ciudad en donde falleció prematuramente a la edad de 55 años, dejando viuda (Dolores Ariza) y tres hijos (Ana Mari, Alicia y Antonio).
Francisco Bellido abandonó la ciudad de Málaga en 1955.
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En Málaga se ha construido el coche más pequeño del mundo. (Transcripción literal del artículo aparecido en 1948 en el Diario SUR de Málaga)
En estos días hemos visto por las calles de la capital un pequeñísimo automóvil, de líneas modernas y finas, con la marca “Ruibérriz” en su carrocería y en el capott la cifra de “dos y medio”.
Al público y a nosotros nos ha llamado tanto la atención que hemos preferido resolver la curiosidad del modo como acostumbramos los periodistas. En corto y por derecho. Es decir, preguntando, que es gerundio.
Don Francisco Ruibérriz es madrileño. Y más de una vez ha vencido al toro de la fortuna agarrándolo por los cuernos con sus fuertes manos. Sus aparatos han sido alegría, distracción y modernidad de todas las férias españolas. Con ellos recorría España, pero al fin, Málaga y su clima, sus bellezas -la mujer es malagueña y un hijo también- le hicieron echar el ancla de sus negocios en nuestra ciudad, con lo que unas cien familias tienen asegurado su pan diario.
Claro, que como aquí, allí, abundan los pillines, lo suficiente es haber visto a Ruibérriz en este cochecito para que, guiñándonos picarescamente el ojo, nos hayan preguntado: ¿ Qué será eso ?
Esto lo vamos a revelar enseguida. Eso es el coche más pequeño del mundo que con ideas y planos de Ruibérriz se ha construido en sus talleres malagueños, por operarios malagueños, y que puede dar pábulo a una industria en la que hallen ocupación quinientos obreros malagueños. Escuchamos la ampliación de sus propios labios:
-Yo importé de Filadelfia unos coches eléctricos para mis atracciones. Las piezas desgastadas fueron reconstruidas por mi y los cochecillos siguieron andando. Esto me dio a entender que también en España podíamos hacer lo que en otros países. Hice dos eléctricos, y después de cuatro o cinco años de estudios y un año de pruebas, con la cooperación de mi primo Francisco Bellido Lara, del carrocero Francisco López y de obreros malagueños hemos terminado este cochecito de gasolina que yo brindo a Málaga, a sus autoridades, a este pueblo al que tanto quiero.
¿ Me quiere dar las características del coche ?
-Lleva un motor trasero de un cilindro, de dos tiempos, 170 cm cúbicos, refrigerado por aire, de ventilación forzada. No necesita radiador. Tiene tres velocidades y una atrás. Sistema de conducción igual que otro coche, con volante en forma de ocho, para aprovechar el espacio. La carrocería se ha hecho, como en todos los prototipos a martillazos. Espero ya una prensa de doscientas cincuenta toneladas para troquelarla. Consume tres litros escasos de gasolina mezclada con aceite a los 100 kilómetros en plano. Peso muerto de 250 kilos y útil de 170. Es capaz para dos personas. Velocidad de 35 a 40 kilómetros por hora. Con todo su peso sube pendientes de diez grados de perfil. Lleva un generador eléctrico de 65 watios para cargar la batería, los faros y el pito. El arranque se hace por pedal en este modelo. Se puede construir eléctrico, pero ello subiría mucho el coste. Las ruedas son tipo Soriano, de 16 pulgadas, para no complicar la fabricación.
Una cosa de mucho interés. ¿ Cuál será su precio ?
-Cuando tengamos el utillaje necesario para la fábrica que se proyecta, pues la construcción nos ha sido autorizada por orden del “Boletín Oficial” del 7 de febrero de este año, contando con los cupos precisos de material, haremos de 250 a 300 coches por año y su precio no será –se lo aseguro- superior a doce mil pesetas. El día que lo fabriquemos en serie este coste se rebajará en un 25 por 100.
¿ Todo está hecho en Málaga ?
-Absolutamente todo y por operarios malagueños. El motor fundido en casa de Heaton y mecanizado por nosotros. Por cierto que a las cuatrocientas horas de estar funcionando, se ha desmontado, lo hemos repasado y sólo tiene el desgaste normal de cualquier otro motor extranjero.
Don Francisco, fuerte, potente, sonríe optimista. Justificadamente optimista. Preguntamos si ha encontrado mucho apoyo:
-He ido por los cauces reglamentarios. El ingeniero delegado de Industria, don Elías Ulibarri, nos ha alentado extraordinariamente y nos ha dado toda clase de facilidades, a las que le estoy muy agradecido.
El coche refulge como un juguete bonito. Don Francisco lo mira arrobado y explica.
-No es esto solo. Estamos a punto de terminar una furgoneta eléctrica, con autonomía para ocho horas y carga útil de 250 kilos y hemos terminado también quince cochecitos eléctricos para una pista de atracciones que se estrenará en la feria sevillana. Pues todo, todo, mi esfuerzo y mi trabajo, se lo brindo a Málaga. Ahí lo tiene, para ella, para el fomento de su industria. Ayudando con mi labor al ahorro y a la reconstrucción española para que no dependamos del Extranjero.
Conforta oir hablar a este hombre. Contra esos que se guiñan, los suspicaces, los “más enterados que nadie”, ahí está rodando el cochecillo Ruibérriz de dos caballos y medio. Y en potencia una gran industria que dará pan a muchas familias, honra y provecho de la ciudad. (Zeta)
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