La “Piedmont Motor Car Company“ de Lynchburg, Virginia, fabricó automóviles con su propia marca a pequeña escala. No obstante, esta firma es más conocida como fabricante de coches para otras empresas y marcas, como “Alsace”, “Bush”, “Norwalk”, “Lone Star”, “Marshall” o “Stork Kar”. Los coches eran “Piedmont”, pero se identificaban con los logotipos, tapacubos y otras identificaciones de la empresa o marca que finalmente los comercializaba.

Con la marca “Piedmont” se ofrecían modelos abiertos y cerrados, con capacidad para 5 pasajeros. Estaban equipados con motores Lycoming de 4 cilindros o Continental de 6 cilindros. En la factoría de Lynchburg sólo se fabricaban las carrocerías, ya que el resto de las piezas que se ensamblaban se fabricaban en otros lugares. Entre 1917 y 1922, según las fuentes, esta firma produjo entre 1.500 y 3.000 vehículos. En su momento más álgido, la producción alcanzó los 5 o 6 automóviles por día.

El hecho de fabricar coches para terceras empresas y marcas tuvo un impacto directo en los coches realmente comercializados y vendidos con la marca “Piedmont”, ya que los pedidos de terceras empresas tenían prioridad, lo que provocaba que los distribuidores de los coches “Piedmont” en Virginia a veces fueran incapaces de suministrar coches a los clientes que les hacían un pedido. Esto, junto con los elevados precios comparados con la competencia (entre 1.500 y 2.000 dólares cada coche) le dio a la marca una mala reputación y dificultaba mucho las ventas, haciendo que los distribuidores se decantaran finalmente por vender coches de otras marcas.

En diciembre de 1920 la empresa intentó aumentar sus ventas con publicidad en el “Lynchburg News“, ofreciendo 10 unidades del modelo 4-30 y 10 unidades del modelo 6-40 a los residentes de las poblaciones cercanas de Lynchburg, Campbell, Bedford, Amherst y Appomattox, con precios reducidos de sólo 500 dólares cada vehículo. El Jefe de Ventas George Hay, convenció incluso al Departamento de Policía de Lynchburg para que utilizara coches “Piedmont”.

En previsión de una posible acumulación de pedidos de otras firmas, “Piedmont” acumuló excesivos coches en stock. Esto llevó a la empresa a la quiebra en octubre de 1922. Se habían acumulado más de 225.000 dólares sólo en piezas.