NEORION - (1.974 - 1.976)



Un poco de historia

Neorion es una de las empresas griegas de ingeniería con más história. Las raíces de Neorion se remontan a unos astilleros ubicados en la localidad de Ermoupolis, en la isla griega de Syros, en el que ya se construían buques y embarcaciones a principios del siglo XIX. El nombre “Neorion” (una antigua palabra griega que indica una instalación portuaria para la reparación y construcción de barcos) se adoptó definitivamente en 1898.

En 1972, el propietario de Neorion, el millonario griego Giannis Goulandris, adquirió la “Enfield Automotive Limited”, una compañía británica dedicada al diseño y construcción de coches eléctricos. Goulandris fundó entonces la “Enfield-Neorion E.P.E.”, con sede en la ciudad portuaria de El Pireo, en la región griega de Atticca, y durante la crisis del petróleo de 1973 llevó la producción de los coches eléctricos a la isla de Syros. No obstante las piezas de los coches eléctricos Enfield se seguían enviando a la ciudad portuaria de Cowes, en la isla de Wight, en Reino Unido, en donde eran ensamblados y se realizaba el montaje y acabado final.

El Neorion "Chicago"

Aparte de la producción de los coches eléctricos Enfield (ver historia), Giannis Goulandris deseaba desarrollar coches "convencionales" propios. Una de sus visiones personales era la de una extraña mezcla de una lujosa limusina de estilo retro con un potente 4x4.

Por aquel entonces, un joven diseñador griego llamado Georgios Michael (al que más tarde se le atribuiría el diseño de varios vehículos griegos) estaba empleado en la nueva empresa. En 1974 y por expreso encargo de Giannis Goulandris, se llevó a cabo el desarrollo de un Neorion "puro". El desarrollo general del coche fue llevado a cabo en la isla de Syros durante 8 meses por un equipo de ingenieros griegos, encabezado por Georgios Michael. El resultado fue un coche denominado Neorion Chicago (el nombre del modelo estaba inspirado en su estilo retro), y fue presentado en 1974.

Los primeros bocetos de Georgios Michael sugerían una elegante limusina con un fuerte estilo retro. Sin embargo, el diseño final fue significativamente alterado, entre otras cosas para dar cabida a la potente mecánica americana. De hecho, su propio diseñador trató de distanciarse del coche, que a menudo describía como "dinosaurio de montaña". La construcción final del coche pasaba por un robusto chasis construido por el astillero Neorion y una carrocería de aluminio en un estructura de acero, que incorporaba refuerzos especiales para la protección y seguridad de los pasajeros. Estaba equipado con un potente motor AMC V8 procedente del Jeep Wagoneer.

Cuando la línea de montaje ya había iniciado la producción con cuatro vehículos en diversas etapas de construcción, un cambio legislativo en Grecia condenó las perspectivas del sector automovilístico del país, y como consecuencia las perspectivas del Neorion Chicago.

Sólo dos de ellos fueron terminados y vendidos a clientes antes de que la empresa tuviera que cerrar en 1976. Uno todavía sobrevive y está exhibido en el Museo Tecnológico de Salónica. El segundo coche se cree que ha terminado en una colección privada fuera de Grecia.