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MICHIGAN (Michigan Buggy Company) - (1.909 - 1.913) |
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Un poco de historia
Los orígenes de esta marca, se encuentran en Kalamazoo, Michigan, y se remontan a 1883, momento en el que M.H. Lane abandonó la "Kalamazoo Wagon Company" y fundó la “Michigan Buggy Company”, para fabricar carruajes y trineos tirados por caballos.
La constante expansión de la empresa obligó a la compañía a estar en línea con las tendencias y demandas del mercado, y en aquella época, lo que empezaba a repuntar con fuerza era la demanda de automóviles (o carros sin caballos, que era como eran considerados en aquella época). La fabricación de automóviles se perfiló entonces como el camino a seguir para ofrecer al público un producto innovador y parecía un paso lógico dado que era lo que el mercado demandaba.
En 1902, la “Michigan Buggy Company“ fraguó su primer plan para entrar en el mercado del automóvil, que consistía en fabricar un vehículo que se llamaría "Kalamazoo". M. Henry Lane anunció su nuevo proyecto a la prensa, y la compañía adquirió un automóvil en Chicago con el fin de estudiarlo y coger ideas. Al final, la propuesta del "Kalamazoo" no se materializó, pero la “Michigan Buggy Company“ llegó una "joint venture" con la “Burtt Manufacturing Company” para fabricar unos coches que llevarían la marca “Cannon” (ver historia).
Los coches “Cannon” tenían que significar un primer paso ideal hacia la eventual producción de automóviles a gran escala en el futuro. La “Michigan Buggy Company” era capaz de aportar al nuevo proyecto su experiencia en la construcción de vehículos tirados por caballos, aportando principalmente las carrocerías de madera, la pintura y los trabajos de tapicería. Era una forma de entrar e iniciarse en el negocio de los automóviles sin correr demasiados riesgos.
Los coches “Michigan” y los “Mighty Michigan”
La producción de los coches “Cannon” cesó en 1906 y no fue hasta septiembre de 1909, cuando Lane anunció de nuevo la intención de la “Michigan Buggy Company” de producir un coche propio que se llamaría “Michigan”.
En el corto plazo se dijo que el coche se construiría junto con los coches de caballos en la fábrica ya existente, pero la compañía anunció al mismo tiempo que se construiría una nueva planta tan grande como la ya existente dedicada en exclusiva a la fabricación de sus automóviles.
La empresa distribuidora (no fabricante) de los coches Michigan, era la “Michigan Automobile Company”. Los coches Michigan iban dirigidos al sector medio del mercado. Una característica avanzada que tenían los modelos de 1910, era el uso de lámparas de conducción eléctrica en lugar de lámparas de acetileno, que era el estándar de la época.
La “Michigan Buggy Company” no fabricaba sus propios motores. De hecho, la compañía fabricaba muy pocos de los componentes mecánicos que utilizaban. Los coches Michigan estaban propulsados por motores de otros fabricantes. La mayoría de los modelos estaban equipados con un impresionante motor de 33hp. Pero los modelos más altos de la gama se ofrecían con un asombroso motor de 4 cilindros y 40hp, y llevaban el sobrenombre de "Mighty Michigan” (poderoso Michigan). (Un Ford T de la época tenía alrededor de 20hp).
Los modelos de catálogo de 1911 se ofrecían a precios que oscilaban entre los 1.150 y los 1.500 dólares del "Mighty Michigan”. La intención era ofrecer un coche de lujo de primera clase a bajo precio.
Los "Mighty Michigan" fueron comercializados utilizando una agresiva campaña publicitaria a nivel nacional en la que se invirtieron 350.000 dólares. Muchos de los anuncios hacían referencia a la "War of the Forties" (guerra de los 40), comparando los coches Michigan con los vehículos de otros fabricantes equipados con motores similares. El Michigan, se decía, era el mejor negocio, porque los otros coches de su clase costaban más de 2.000 dólares. (Con el tiempo, esta ganga demostraría ser demasiado buena para ser verdad. Entre otras cosas, el económico precio del "Mighty Michigan" llevaría a la “Michigan Buggy Company” a su perdición.).
Con el fin de diferenciar la línea de negocio del automóvil de los negocios habituales de la “Michigan Buggy Company”, el 24 de septiembre de 1912 fue fundada la filial “Michigan Motor Car Company”. Técnicamente independiente, la creación de esta compañía tuvo poco impacto en el funcionamiento y la fabricación de los coches. La “Michigan Motor Car Company” contrató como Ingeniero Jefe a Henry Cameron, antiguo Ingeniero Jefe de la “Flanders Manufacturing Company” (ver historia), y como diseñador a John Campbell, un diseñador de reconocido prestigio.
En 1913 la compañía empezó a tener serias dificultades. El 31 de julio, la prensa denunciaba problemas en la empresa, afirmando que la “Michigan Buggy Company” iba a ser reorganizada y que, a corto plazo, seiscientos trabajadores perderían su empleo. Todo esto era sólo la punta del iceberg. La verdadera magnitud de los problemas de la compañía todavía no era conocida por el público. Los directivos de la empresa sacaban pecho diciendo que las dificultades de aquel momento eran temporales y pasajeras y que se resolverían muy pronto, pero, algunos directivos empezaron a tener problemas con la justicia por operaciones fraudulentas. La compañía presumía de tener muchos trabajadores, pero ese dato sólo figuraba sobre el papel. Cuatro accionistas tenían una nómina de más de 100.000 dólares cada uno, otro había gastado mucho dinero de la compañía en las carreras y otro había vendido acciones de forma fraudulenta. La empresa se fue a la quiebra, los casos judiciales se prolongaron durante dos años, y la fábrica fue finalmente vendida.
La producción de coches “Michigan” entre 1909 y 1913 fue de aproximadamente 7.000 automóviles.
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