No confundir con el fabricante Alemán Lloyd (1908-1929 y 1950-1961) (ver historia)

La “Lloyd Cars” fue una fabrica británica de automóviles, fundada por Roland Lloyd (1904-1965), hijo del propietario de un garaje. La fábrica estaba situada en Patrick Street, Grimsby, Lincolnshire, Inglaterra, y produjo automóviles entre 1936 y 1951.

Esta firma fabricó tan solo dos modelos diferentes, separados en el tiempo por la Segunda Guerra Mundial. Un hecho insólito para un pequeño fabricante, era que casi todos los componentes eran fabricados de forma interna.

El primer modelo, el Lloyd 350, fabricado entre 1936 y 1939, era básicamente un cyclecar, propulsado por un motor Villiers monocilindrico de dos tiempos refrigerado por agua.

Durante la Segunda Guerra Mundial la empresa fabricó componentes para los motores de avión Merlin de Rolls-Royce.

La producción de automóviles se reinició de nuevo tras la Guerra en 1946 con el Lloyd 650. La fabricación de automóviles cesó en 1951, pero la empresa siguió viva con otras actividades hasta 1983.

En la actualidad se cree que sobreviven aproximadamente unas 15 unidades de coches Lloyd.

El Lloyd 350

El modelo 350 de antes de la Guerra era en realidad un cyclecar. Estaba propulsado por un motor Villiers monocilindrico de dos tiempos y 347 cc, refrigerado por agua, que desarrollaba 11,5 hp. El motor estaba ubicado en la parte posterior del coche y la transmisión era ejercida mediante una cadena a la rueda posterior derecha. Tenía una caja de cambios de 3 velocidades, el bastidor, de cuatro ruedas, tenía suspensión independiente. Se trataba de un coche deliberadamente sencillo, no tenía arranque eléctrico, el depósito de combustible estaba montado encima del motor y el combustible entraba por la acción de la gravedad. Los limpia parabrisas eran accionados manualmente.

El Lloyd 350 estaba disponible en versión biplaza abierto y opcionalmente con carrocería cerrada de tres plazas. La producción cesó al estallar la Segunda Guerra Mundial con una producción realizada de 250 ejemplares, que llegaron a ser exportados a Países Bajos, Nueva Zelanda y Sudáfrica.

Se decía que era capaz de alcanzar las 45 millas por hora (70 kilómetros/h). La versión básica del Lloyd 350 se comercializaba por £ 80, pero también se ofrecía una versión de lujo con arranque eléctrico e iluminación que se comercializaba por £ 85. Justo antes del estallido de la Guerra, fue presentada una versión de furgoneta con motor delantero y tracción delantera pero sólo se llegaron a fabricar unas pocas unidades.

El Lloyd 650

En 1946, la producción de automóviles empezó de nuevo con un modelo equipado con un motor más grande fabricado por Lloyd. Ese motor era de dos cilindros y dos tiempos, con 654 cc, y producía 25 hp a 2450 rpm.

Este coche con tracción delantera, tenía el motor montado verticalmente en la parte delantera e incorporaba un avanzado sistema de bomba de combustible. Tenía una caja de cambios de 4 velocidades sincronizadas, incluida la marcha atrás.

La carrocería del Lloyd 650 era mucho más aerodinámica que la del modelo de antes de la Guerra, pero su mayor longitud y el hecho de tratarse de una carrocería abierta de 4 plazas lo convertían en un coche excesivamente grande y pesado para su motor, que le proporcionaba unas pobres prestaciones de tan solo 55 millas por hora (85 kilómetros/h).

Ese modelo tenía también el inconveniente de ser muy caro. En 1948 costaba £ 480, cuando un coche equivalente podía ser adquirido por unas £ 300.

Se llegaron a fabricar aproximadamente 600 unidades y algunas llegaron a ser exportadas a Australia, Bélgica, Dinamarca, India y Estados Unidos.