Firma fundada por Léon Bollée en Le Mans, para la construcción de un primer vehículo al que llamó “voiturette”. Los Bollée, una familia de constructores de vehículos crearon tres marcas: Los vehículos a vapor, Amédée Bollée (padre) (ver historia), construidos entre 1873 y 1885 , los coches a gasolina, Amédée Bollée (hijo) construidos entre 1896 y 1919 , y los automóviles de Léon Bollée, cuyo período de vigencia podemos datar entre 1885 y 1931.

La primera “voiturette” de Léon Bollée fabricada en 1986 era un tandem de tres ruedas movido por un motor monocilíndrico de 3 hp muy rápido.

El siguiente vehículo apareció en 1899. Se trataba de un coche de cuatro ruedas y suspensión independiente, cuyo motor principalmente interesó en el año 1900 a la firma Darracq para incorporarlo a sus modelos.

En 1903, la marca Léon Bollée reaparició con dos modelos de cuatro cilindros : Uno de 28 hp y 4,6 litros, y otro de 45 hp y 8 litros. Estos coches fueron dotados en 1907 de un motor de seis cilindros y en 1909 con uno de cuatro cilindros de 10/14 hp.

La série de 1910 compredió 9 modelos de los cuales 2 eran de más de 10 litros.

En 1924, Sir William Morris, tras un primer fracaso en francia para introducir sus automóviles, en un segundo intento compró la fábrica de Le Mans para fabricar coches con motores de cuatro cilindros muy parecidos a los del Morris Cowley y Morris Oxford. La nueva firma se llamó “Morris-Léon Bollée”.

La Compañía fue reorganizada por nuevos altos cargos enviados desde la fábrica de Morris en Cowley, y la producción de los coches “Morris-Léon Bollée” empezó a finales de 1925.

El primer automovil iba provisto de un motor Hotchkiss de 12 hp y 2,5 litros.

En 1928 apareció el modelo de 18 hp que estaba dotado de un motor Straight 8 de 3 litros.

Las carrocerías de los "Morris-Léon Bollée" francesas están consideradas mucho más elegantes que las fabricadas por Morris en Inglaterra.

A pesar de las dificultades para la obtención de componentes, la producción llegó a  alcanzar los 150 coches semanales, pero, como los franceses eran poco receptivos para comprar vehículos de una empresa extranjera, las ventas no cumplieron expectativas y la producción cesó en 1928.

Morris no superó la crisis económica de su empresa francesa, y finalmente, en 1931, Morris vendió la empresa y su stock a un consorcio que se encargó de la venta definitiva de los ultimos coches producidos, desapareciendo de la historia del automóvil el nombre de Léon Bollée.