KAISER (1945 - 1955)



En 1943, el empresario americano Henry J. Kaiser expresó ya su intención de producir coches tras el fin de la Segunda Guerra Mundial. Esta idea fue compartida con Joseph W. Frazer. Estos dos empresarios de éxito fundaron en Julio de 1945 la “Kaiser-Frazer Corporation” en Estados Unidos, con el fin de competir con los tres grandes del sector; General Motors, Ford y Chrysler, y también con otros fabricantes más pequeños como Nash, Hudson, Studebaker y Packard, sin perder de vista a otros productores todavía más pequeños como por ejemplo Crosley.

Los primeros modelos de la compañía empezaron a comercializarse en 1946, y fueron denominados como sus fundadores. Los Kaiser, con precios populares y los Frazer, algo más elitistas. Los coches de las dos marcas se parecían mucho pero los diferenciaba su parrilla delantera.

La producción aumentó en 1950 con la aparición de un deportivo Kaiser con la carrocería algo más pequeña. Los volúmenes de producción eran importantes, alcanzando 120.000 unidades Kaiser y 30.000 Frazer.

No obstante, la Compañía seguía siendo demasiado pequeña para competir con los tres grandes de Detroit, y debido a las dificultades y a la marcha de la Compañía por parte de Frazer, se paralizó la producción de los coches Frazer.

Kaiser siguió comercializándose con acertados diseños y en 1951 se produjeron 231.608 unidades. Ese fue su mejor momento ya que a partir de entonces las ventas empezarían a descender.

A pesar de esto, en 1953, Kaiser adquirió la Compañía “Willys Overland Motors Inc.” que fabricó el Jeep, y pasó más tarde a denominarse Kaiser-Jeep Motors Corp.

En 1954, a pesar de la potenciación de los motores de seis cilindros de 118 cv a 140 cv, las ventas tan solo fueron de 10.097 unidades.

Ese mismo año se presentó el Kaiser Darrin, un divertido deportivo con carrocería de fibra de vidrio y puertas correderas, pero se encontraron pocos compradores. Solamente se llegaron a fabricar unos pocos modelos hasta que en 1955 cesó su producción. Los detalles técnicos de este coche fueron enviados a Argentina donde fueron utilizados para construir un coche llamado Kaiser Carabela.

La desaparición de Kaiser-Frazer como constructor norteamericano de automóviles marcó el final de las tentativas más valientes del pasado por competir contra la fortaleza de Detroit.



Aterrizaje de Kaiser en Argentina

La idea de Henry J. Kaiser era poder extenderse con su compañía en algún otro país, con menos desarrollo industrial, en donde pudiera obtener mejores resultados. Tras visitar y estudiar diversos países, en 1954 lo convencen para permanecer en Argentina.

La oferta hecha al gobierno argentino incluyó la creación de una sociedad compartida entre el Estado Argentino “IAME”, la Kaiser Motors Corp. y la contribución de grupos argentinos privados, que participarían a través de la compra de partes por un total de 160 millones de Pesos. El estado también daría a la nueva sociedad créditos por valor de 200 millones de Pesos y permisos de importación de automóviles por valor de 40 millones de Pesos.

El plan fue aprobado por las autoridades nacionales el 18 de enero de 1955 y algunos días más tarde se firmó el acuerdo y se constituyó “Argentina S.A. de Industrias Kaiser setting-up”, con un capital de 20 millones de dólares, de los cuales el 32% estaban representados por la maquinaria y las herramientas importadas de los Estados Unidos.

Dos meses más tarde, al facilitarse la importación de 9.000 toneladas de material y equipo procedentes de los Estados Unidos, empezó la construcción de la fábrica en un área de 200 hectáreas situadas en la localidad de Santa Isabel, en Córdoba.