JOSESO - (1.955 - 1.960)



Mi agradecimiento a mi amigo y colaborador Lluís Pallás por su valiosa aportación para la confección de esta historia.

El Segundo Plan Quinquenal argentino de 1952, tenía como objetivo principal impulsar el crecimiento de la industria pesada argentina, y fue llevado a cabo durante el segundo mandato de Juan Domingo Perón (1951-1955).

Fruto de este plan, y bajo ese “manto protector” del gobierno, la empresa argentina IAMA, S.A. concibió y desarrolló un proyecto para la fabricación de un económico microcoche dirigido al pueblo trabajador. Ese vehículo, en versión prototipo, fue llamado “Joseso” y presentado en 1955.

El “Joseso” era un microcoche descapotable (con aspecto de Citroën Mehari en miniatura) con capacidad para transportar a dos personas adultas y dos niños (o un total de 250 Kg). Estaba realizado sobre bastidor tubular y la carrocería era de aluminio, por lo que no requería ser pintado. Su consumo era de 3 litros de combustible por cada 100 kilómetros recorridos. Estaba equipado con un motor Villiers de dos tiempos y 8,2 hp., con compresión de 8 a 1 y refrigerado por aire. El sistema eléctrico era por volante magnético para las luces y bocina. Los frenos eran hidráulicos y la transmisión por cadena. Alcanzaba una velocidad máxima de 55 kilómetros por hora.



A finales de los años 1960, la empresa IAMA, S.A., cuyo domicilio social estaba en la Avenida Julio Argentino Roca nº 676 de Buenos Aires, contaba ya con una importante red de concesionarios en la Capital Federal y gran Buenos Aires además de distintas ciudades del país, entre ellas Concordia (Entre Ríos) y General Roca (Río Negro).

A principios de 1959, la empresa IAMA, utilizando la experiencia acumulada con la realización del primer prototipo, presentó, también con el nombre de “Joseso”, un nuevo automóvil de reducidas dimensiones.

Se trataba de un pequeño y económico vehículo para cuatro pasajeros. Su carrocería de tipo monovolumen (cuyo aspecto recuerda al primer Fiat Multipla) estaba realizada íntegramente en acero y se soldaba a una plataforma plana de acero montada sobre un chasis de largueros longitudinales reforzado con travesaños. De esta manera se aseguraba la rigidez del conjunto. La mecánica estaba confiada a un motor Villiers de origen inglés de 520 cc y 2 tiempos, tenía arranque eléctrico y desarrollaba una potencia de 10 hp. La transmisión era manual de cuatro marchas hacia delante y marcha atrás.

La estrategia de IAMA para la comercialización de este vehículo se basaba en un accesible precio de 120.000 pesos, además existían distintos planes para su financiación. Las características más importantes del “Joseso” eran su bajo coste de mantenimiento y su bajo consumo.

Se estima que entre 1959 y 1960 se produjeron alrededor de 200 unidades de este modelo.