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ICM (CMV) (Industrial de Construcciones Móviles, S.A.) (1.944 - 1.946) |
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Pablo Gimeno Valledor, en su libro "El Automóvil en España, su historia y sus marcas", tiene referenciada esta marca como CMV, pero Miguel Pascual Laborda y Manuel Lage la denominan en sus respectivos libros como ICM, lo que parece más lógico, debido a que la empresa que había detrás se denominaba "Industrial de Construcciones Móviles, S.A.".
Sea como fuere, y como reseña de la marca ICM podemos afirmar que la empresa "Industrial de Construcciones Móviles, S.A." fue fundada en Valencia en 1940, justo después de finalizar la Guerra Civil Española, y estaba ubicada en la Travesía del Mar, en el marinero barrio de El Grao. El Presidente del Consejo de Administración era D. José Albiñana Ferrer.
Conjuntamente con otras actividades relacionadas con la reparación de material ferroviario, tranvías, grúas, remolques y fabricación de algunos tranvías que circularon por Valencia, esta empresa, se dedicó a partir de 1944 y bajo los diseños del ingeniero D. Ernesto Rodriguez Iranzo, al desarrollo de diversos vehículos eléctricos, que nunca pasaron del estado de prototipo.
En 1945, la empresa construyó su primer vehículo eléctrico, un camión de 3 toneladas con bastidor especialmente diseñado para soportar en su parte posterior una batería compuesta por 46 elementos, y el su parte delantera el motor de 6 CV que accionaba las ruedas traseras.
Partiendo de esa base, también fue construido un autocar con capacidad para 30 pasajeros, pero que albergaba la batería de acumuladores montada de forma independiente en una carretilla especial de dos ruedas oculta en la parte posterior de la carrocería, por lo que su peso no gravitaba sobre el chasis, sino que era una carga remolcada, que con suma facilidad podía ser reemplazada por otra carretilla idéntica.
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Más tarde fue estudiado un bastidor para vehículos de menores dimensiones. Dicho bastidor disponía de una caja posterior que alojaba la batería de acumuladores compuesta por 16 elementos cuyo peso cargaba sobre el puente trasero, siendo por consiguiente arrastrado y no empujado, puesto que la tracción era delantera. Disponía de un motor de 3 CV, formando grupo con el diferencial, del que partían dos ejes a cardán que accionaban las ruedas delanteras, lo cual favorecía notablemente el esfuerzo para el desplazamiento del conjunto. Con dos de estos bastidores se montaron un coche de ciudad, con la idea de dirigirlo al servicio de taxi, y una furgoneta de reparto de mercancías capaz para media tonelada.
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En la XXIII Feria Muestrario Internacional de 1946 celebrada en Valencia, en su primera exposición de vehículos eléctricos, esta empresa presentó el vehículo eléctrico para ciudad en versión taxi y la furgoneta de reparto. También fue presentado el camión de 3 toneladas. En la misma exposición se presentaron también dos remolques sin motorización; uno como ambulancia sanitaria y otro tipo caravana o “roulot” para ocio y vacaciones.
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Todos estos prototipos fueron probados posteriormente en el Parque Móvil de Madrid, pero nunca llegaron a ser comercializados.
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