Victoriano
Alvargonzález y Zarracina poseía un
taller especializado en barcos y motores marinos en Gijón. Parece ser que entró
en el mundo del automóvil mediante la representación de la marca francesa
Delahaye.
Sobre el año 1906 decidió embarcarse en la construcción de su propio automóvil,
bajo la marca
Hormiger. Se
cree que inicialmente utilizó sus propios motores marinos, y posteriormente los
motores Delahaye, para motorizar los chasis construidos. A tal efecto se cree
que utilizó un motor de 4 cilindros y 15 CV de la marca gala.
En 1908 la representación de Delahaye en España pasó a la
empresa barcelonesa
J.M. Vallet y Cía,
recién fundada por el empresario
Arturo Elizalde.
A partir de ese momento Hormiger cesó en su actividad constructora.