En 1960 el Gordon Keeble GT era uno de los coches más competitivos del mercado británico. Con unos registros de 0 a 60 Km/h en 7,5 segundos y de 0 a100 Km/h en 19,6 segundos y una velocidad máxima de 141 Mph. fue comparado con coches como el Ferrari 330 GT, el Jaguar Mk10, el Mercedes 300, y el ISO Rivolta, con el que compartía características técnicas virtualmente idénticas, incluyendo el trabajo de diseño realizado por Giurano y Bertone.

El Gordon Keeble pesaba 120 kg. menos que el ISO, y fue declarado nada menos que por Paul Frere como el coche con mejor dirección. También era más rápido y el morro delantero era más reducido. El equipo estándar del coche era excepcional para la época.

La historia de la Compañía que fabricó estos coches es menos atractiva. En 1960 John Gordon y Jim Keeble produjeron un prototipo con carrocería de acero. Gordon y Keeble eran ingenieros en paro procedentes del sector.

En 1963 iniciaron la producción en el aeropuerto de Southampton. La influencia de los aviones era evidente en la concepción del coche. En los folletos publicitarios de la época se presumía de "estar construido con estándares de avión". El interior se asemejaba a la cubierta de vuelo de un avión de lujo de los años 60, terminando con los inyectores de ventilación que giraban sobre un eje y el techo acolchado como en los aviones.

El coche no obtuvo resultado comercial y en 18 meses la firma entró en liquidación tras haber producido unas 80 unidades.

La firma fue resucitada dos veces más pero la producción fue muy pobre y alcanzó tan solo las 104 unidades, hasta que finalmente fue liquidada en 1968.

Debido a la robustez de su construcción y a la fibra de vidrio sobreviven unas 90 unidades, de las cuales 60 siguen funcionando regularmente.