FRUA (1.944 - 1.983)



Pietro Frua nació el 2 de mayo de 1913 en el Piamonte (piemonte en italiano), cerca de Turín, y falleció el 28 de junio de 1983. Fue el cuarto hijo de Angela que se dedicaba a la sastrería, y de Carlo Frua, un empleado de Fiat que trabajaba en el centro de carrocerías que la firma tenía en el norte de Italia.

Tras finalizar su periodo de escolarización, Pietro Frua estudió dibujo y diseño en la escuela Fiat, y durante las décadas de 1950 y 1960 se convirtió en uno de los principales carroceros y diseñadores de automóviles en Italia.

La carrera profesional de Frua empezó cuando tenía 17 años de edad, cuando entró a trabajar como dibujante en “Stabilimenti Farina” de Turín. A la edad de 22 años, se convirtió en el Director de Diseño de Farina, que por aquella época ya era uno de los principales carroceros italianos y empleaba a varios centenares de personas. En “Stabilimenti Farina” fue donde Frua tuvo su primer contacto con su pupilo y amigo de toda la vida, Giovanni Michelotti, que le sucedió como Jefe de Diseño en Farina, cuando Frua creó su propio estudio en 1937.

Durante la Segunda Guerra Mundial, el trabajo de diseño sobre coches de Frua era escaso, y tuvo que dar un giro temporal a su actividad para dedicarse al diseño de cochecitos para niños, hornos eléctricos, elementos de cocina, estructuras y motocicletas tipo scooter.

Frua había hecho planes para cuando finalizara la Guerra, y en 1944 compró una fábrica bombardeada, contrató a 15 trabajadores (incluido Sergio Coggiola, que fundaría su propio negocio de carrocerias en 1966) y compró el equipamiento necesario para diseñar y construir coches.

Su primer coche conocido apareció en 1946. Se trataba de un Fiat 1100 A Sport Barchetta. Maserati fue uno de sus primeros clientes, y contrató a Frua para el diseño de su nuevo coche deportivo de 2 litros y 6 cilindros, el A6G. Entre 1950 y 1957, Frua construyó 19 Spyders y 7 coupés en tres series de diseño diferentes, incluyendo bastidores para el Maserati de carreras A6 GCS. Durante ese período de tiempo Frua construyó carrocerías sobre bastidores de firmas tan importantes como Maserati, Fiat, Peugeot y Renault.

En 1957, Frua vendió su pequeña empresa de carrocerías a “Carrozzeria Ghia” de Turín, y el director de Ghia, Luigi Segre lo nombró Jefe de Diseño de Ghia.

En 1958, en el Salón de Nueva York, 3 construcciones de Frua se adjudicaron los 3 primeros puestos de la categoría de automóviles deportivos.

También en 1958, Frua fue el responsable del Lloyd 600 Coupe, y del magnífico diseño del Renault Floride (construido sobre mecánica Renault Dauphine), que tuvo un grandísimo éxito comercial. Ese éxito creó grandes desavenencias entre Segre y Frua sobre "la paternidad" del coche, y Frua abandonó Ghia para crear de nuevo su propio estudio de diseño.

En esa época, Pelle Petterson diseñó su Volvo P1800 bajo la supervisión de Frua y no sorprende que a menudo ese diseño sea atribuido a la pluma de Frua.

En 1959 Frua presentó el Maserati 300 GT.

Entre 1957 y 1959, Frua también diseñó varios coches para Ghia Aigle, la antigua filial suiza de Ghia Turin, que ya por esa época era independiente. Tras terminar el diseño de la carrocería del Ghia Aigle, un antiguo empleado, Adriano Guglielmetti, creó su propio negocio fundando “Carrosserie Italsuisse” en Ginebra. Un vez más, Pietro Frua hizo los diseños y probablemente, construyó todos los prototipos para esa empresa. Tras el VW Coupe de 4 plazas presentado en 1960, Italsuisse presentó un Maserati 3500 GTI Coupé en el Salón de Ginebra de 1961, junto a dos carrocerías montadas sobre bastidores Studebaker. En 1964 fue presentado un pequeño y encantador Spyder con mecánica de Opel Kadett.

Durante los años 1960 Pietro Frua se convirtió en uno de los diseñadores de coches que más destacaban en Italia. La "Frua line" era sinónimo de buen gusto. Frua seguía en la práctica la realización de cada coche y/o prototipo hasta el último detalle, a menudo los conducía personalmente en su presentación en los salones de automóviles en Europa.

En 1963, a la edad de 50 años y en la cúspide de su carrera, Frua inició una importante colaboración con la marca alemana Glas, el fabricante más pequeño de dicho país, que le encomendó todos sus modelos de serie. Entre otros, Frua diseñó para Glas, el GT Coupé y Cabriolet. Esos modelos fueron construidos hasta 1968 con el nombre de BMW GT, después de que BMW comprara Glas.

En el Salón de Frankfurt de ese mismo año, Frua presentó el Opel Kadett Spider, el Lotus Elan 1600 y el Maserati 3500 GTI Cabriolet. Con ese coche Maserati se colocó de nuevo en el mercado de los coches de lujo.

Entre 1965 y 1967, Frua realizó varias carrocerías para las marcas británicas AC y Jaguar.

En 1965, AC mostró el poderoso, AC Frua Spyder de 7 litros, al que le siguió en 1967 un coupe. Ese mismo año, el piloto de carreras suizo e importador de Ferrari Peter Monteverdi empezó a construir un coupe deportivo con carrocería de Frua y un potente motor Chrysler, denominado Monteverdi 375S. Debido a la limitada capacidad de producción de Frua, la fabricación de los siguientes modelos de Monteverdi de altas prestaciones fue encomendada a Fissore de Turín.

Al final de los años 1960, Frua trató en vano de prolongar su colaboración con Glas haciendo una docena de ofertas a BMW. No obstante BMW decidió seguir fabricando coches en solitario, pero la influencia de Frua se puede observar todavía en las líneas de BMW.

Entre 1968 y 1971 Frua fabricó carrocerías para firmas como BMW, Opel, Porsche, Maserati, Ford, etc…

En 1973, Frua realizó el Rolls-Royce Phantom VI Cabriolet al que dedicó 18 meses de trabajo.

En los años 1970 Frua redujo la frecuencia de sus presentaciones, pero a pesar de su avanzada edad todavía demostraba su buen gusto y artesanía a los más jóvenes que ya habían tomado el relevo en el proceso industrial. En esos momentos, la demanda se centraba más en la construcción de prototipos completamente detallados y funcionales en menos de diez semanas, que en los diseños especiales para clientes especiales que tanta fama y reconocimiento le habían dado a Frua.

En 1982 Pietro Frua se vió afectado por un cáncer. Frua murió el 28 de junio de 1983. Poco tiempo antes, unas semanas después de su 70 aniversario se había casado con Gina, su asistente personal de toda la vida.