Drews fue un pequeño carrocero ubicado en la localidad alemana de Wuppertal. Esta firma realizaba transformaciones deportivas sobre coches de distintas marcas.

La popularidad la alcanzó con el denominado Drews Convertible, una singular adaptación sobre el bastidor del popular VW escarabajo, del que sólo se aprovechaban el bastidor y algunos elementos, mientras que el resto, especialmente la carrocería de aluminio, era realizado a mano. El proceso completo llevaba unas 1.000 horas de trabajo.

El Drews Convertible fue presentado por primera vez en 1949 en una exposición automovilística en Rheydt, y fue producido hasta 1951.

El Drews Convertible se podía encargar en los concesionarios oficiales de Volkswagen, pero finalmente sólo fueron construidos 150 ejemplares, y se desconoce cuántos sobreviven.