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DELAUNAY-BELLEVILLE (1903 - 1948) |
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La empresa “S.A. des Automobiles Delaunay-Belleville” fue creada en 1903 y estaba ubicada en Saint Denis, Seine, Francia. Con el ingeniero Marius Barbarou al frente, empezó construyendo coches de cuatro cilindros de 16, 24 y 40 hp. No obstante, los motores que caracterizaron a Delaunay-Belleville fueron sus diseños de seis cilindros, y los de cuatro cilindros se convirtieron en una excepción.
Esta marca se preciaba por incluir exquisiteces en sus vehículos, atendiendo a los caprichos de sus clientes.
Delaunay-Belleville estuvo muy bien considerada en Francia y es recordada por sus radiadores redondos, así como por sus famosas calderas marítimas Belleville. Fue una de las marcas más codiciadas y exclusivas de Francia durante la primera década del siglo XX. Esta marca rivalizaba con otras como Rolls Royce, Hispano Suiza o Isotta Fraschini y tuvo propietarios de la talla de Nicolás II (Zar de Rusia), Jorge I de Grecia y Alfonso XIII de España.
Antes de la Primera Guerra Mundial, el motor de seis cilindros más pequeño que fabricó esta marca cubicaba 2913cc y producía 12 hp., el más grande fue un motor de 7998cc y 45 hp.
Tras el Armisticio, Delaunay-Belleville volvió a la producción con modelos de antes de la guerra como los 14/16 hp de 2129cc de 1914.
En 1922 el motor de cuatro cilindros de 2613cc y 12 hp incorporó el sistema ohc.
A finales de los años 1920 Delaunay-Belleville entró en decadencia y fue perdiendo poco a poco su prestigio. En esa época fueron fabricados algunos modelos poco relevantes que estaban equipados con motores americanos como los Straight-eight Continental. Los últimos verdaderos Delaunay-Belleville fueron los de seis cilindros de 3180cc y 3619cc ohv.
Tras la Segunda Guerra Mundial, Robert de Rovin se instaló en la fábrica Delaunay-Belleville y allí construyó los diminutos coches Rovin (ver historia). No deja de ser contradictorio que una antigua fábrica de coches de lujo acabara albergando la producción de un microcoche.
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