La “Dart Manufacturing Company” de Anderson, Indiana, era en realidad un fabricante de motores de gasolina. No obstante, intentó entrar en el negocio de los automóviles debido a que todas las empresas de la zona lo estaban intentando. Fue una marca de automóviles de muy corta duración. Esta firma sólo estuvo en el mercado durante un año, entre 1908 y 1909.

Esta firma sólo comercializó con la marca “Dart” (también conocida como Dart Lindsley), unas pocas unidades de un chasis al que le incorporaba un motor de dos cilindros de gasolina, refrigerado por aire que desarrollaba 10hp. Llevaba ruedas de madera con neumáticos sólidos de goma y la tracción la ejercía una transmisión planetaria de dos velocidades, mediante cadenas gemelas a las dos ruedas traseras, las cuales disponían de frenos. El coche se ofrecía sin carrocería, por lo que los compradores tenían que instalar una en el chasis por su cuenta.

Algunas fuentes afirman que se llegaron a fabricar hasta 6 unidades, pero en la actualidad sólo se conoce la existencia de un ejemplar superviviente, que fue equipado en su día con una carrocería de madera equipada con luces delanteras, en la que hay una banqueta forrada en piel abombada con botones, con capacidad para 2/3 personas. También dispone de una pequeña área de almacenamiento para bultos pequeños en la parte posterior de la banqueta. Un delantal de cuero negro en la parte delantera protegía a los ocupantes del polvo y las piedras de las carreteras y caminos de la época. Para poner en marcha el motor de este “Dart” Type B Buggy, superviviente, el conductor debe empezar fuera del coche y completar nueve sencillos pasos. Una vez realizados los nueve pasos, el conductor ya está listo para ponerse detrás del volante, ajustar el acelerador y el encendido a la velocidad de marcha apropiada para luego enganchar la transmisión planetaria para comenzar a rodar.