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DAIMLER ENGLAND (1896) |
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Fuente: Jaguarcars.com
LOS PRIMEROS AÑOS
Podemos decir con justicia que Daimler estableció la piedra angular de la industria británica del automóvil pero el nombre, considerado actualmente algo tan típicamente inglés como el té de la tarde, procede de Alemania. Gottlieb Daimler, padre del automóvil, trabó amistad con un inglés, Frederick Simms. Ambos se conocieron en 1890, en una muestra de mecánica celebrada en Alemania, en la que Simms quedó profundamente impresionado por el motor monocilíndrico de cuatro tiempos de Daimler.
En 1893, Simms fundó el Daimler Motor Syndicate en Londres. La legislación británica del momento limitaba el uso de los automóviles, por lo que el motor sólo se podía utilizar en embarcaciones. Un grupo cada vez más numeroso de aficionados al automovilismo logró, finalmente, hacerse oír por quienes ostentaban el poder y, cuando Su Alteza Real el Príncipe de Gales, convertido después en el Rey Eduardo VII, mostró su apoyo a la causa, resultó evidente que el futuro del automovilismo era más que prometedor. Un financiero, Harry Lawon, logró convencer a Simms para que se separase del Daimler Motor Syndicate y, en febrero de 1896, ambos fundaron la Daimler Motor Company Limited. Fue, sin duda, una decisión arriesgada, típica de Lawson, pero mereció la pena.
Se compraron instalaciones en Coventry, por aquel entonces corazón del sector de la mecánica y la Motor Mills, como eran conocidas, se transformó en el centro de las diversas empresas de Lawson. Estas actividades incluían Daimler, la Great Horseless Carriage Company, Pennington y, durante un tiempo, al menos, Humber.
A principios de 1897, comenzaron a circular los primeros coches procedentes de la Motor Mills, equipados con chasis Panhard& Levassor, carrocerías de fabricación local y, bajo licencia, con motores con prestaciones similares a los utilizados por Panhard.
El primer coche de la familia real fue un Daimler, adquirido por el Príncipe de Gales lo que, indudablemente, ayudó a crear la imagen de calidad de la que Daimler hace gala hoy en día.
A finales de siglo, Daimler era ampliamente conocida por su elevada calidad y fabricaba algunos modelos excepcionalmente buenos.
EL PERIODO EDUARDIANO
El periodo eduardiano constituyo un buen momento para los fabricantes británicos en su carrera por competir con la tecnología extranjera. Comenzaba el "boom" del automóvil y en 1910, Coventry contaba con más de 50 fabricantes, aunque pocos perdurarían.
Esta popularidad atrajo la atención de importantes empresas, entre ellas, la Birmingham Small Arms Company. BSA habría tratado de fabricar coches con escaso éxito.
Daimler era el objetivo perfecto para BSA. Ambas empresas estaban bien consideradas en el mundo de la mecánica y muy pocos dudaban de su "pedigrí". La reciente adquisición de los derechos de fabricación de motores con válvulas de manguito Knight fue vital en términos de refinamiento y situó a Daimler muy por delante de sus competidores.
En 1910 Daimler formaba parte de la impresionante BSA pero conservaba, no obstante, gran parte de su autonomía y autodeterminación.
Por entonces, la mayoría de los principales fabricantes de coches se dedicaba a la fabricación en serie, pero los Daimler seguían haciendo gala de sus personalísimas carrocerías, fabricadas con frecuencia por especialistas externos como Hooper y Barker.
LOS AÑOS DE LA GUERRA
La I Guerra Mundial interrumpió los planes de cambio y la fabricación de coches fue sustituida por la de motores para camiones y aviones.
Finalizada la guerra, se reanudó la producción de los modelos anteriores a la contienda hasta que fue posible diseñar nuevos modelos. La reputación del Daimler se encontraba en su punto más alto y apenas tenía rivales. La empresa Rolls-Royce sólo contaba con el Silver Ghost y la Bentley todavía daba sus primeros pasos.
Daimler disfrutaba además del prestigio adicional de ser el coche real. En 1919, la familia real ya había recibido 30 Daimler destinados al servicio oficial de los Reyes Eduardo VII y Jorge V.
Los motores con válvulas de manguito eran, por entonces, la norma, generalmente en la versión de seis cilindros en línea. En 1926, Daimler presentó el legendario Double-Six, diseñado por Laurence Pomorey, en el que dos motores de seis cilindros utilizaban un cigüeñal común creando un V12. Se trataba, sin duda alguna, de uno de los mejores motores fabricados en Inglaterra.
Estos avances técnicos no encontraban su paralelismo comercial y el "crash" de Wall Street perjudicó claramente las ventas.
En 1930 llega otra innovación, en forma de una nueva transmisión -el volante hidráulico. Este acoplamiento se combinaba con una caja de cambios preseleccionada cuya suavidad superaba con creces la ofrecida por la transmisión manual.
En 1930 se suma al sector otro nombre respetado. Lanchester había fabricado coches de calidad superior en Birmingham durante tres décadas y disfrutaba de reconocimiento general como creador de la primera berlina con motor de gasolina y tracción a las cuatro ruedas.
En un principio, fue sobre todo el trabajo del Dr. F.W. Lanchester el que otorgó a los modelos Lanchester su carácter exclusivo y sus ventajas técnicas con respecto a los automóviles de la competencia. El Dr. Lanchester era un genio capaz de aplicar sus conocimientos a cualquier campo, desde el automovilismo a la aeronáutica en un momento en que volar no era más que un sueño lejano, incluso para los científicos más respetados.
El coche de Lanchester era bueno, pero no llegó a fabricarse en cantidades suficientes para satisfacer las necesidades financieras de la empresa.
Por algún tiempo se siguió fabricando el Forty de Lanchester, un ocho cilindros en línea con prestaciones y refinamiento notables, que pronto se transformó en un pequeño Daimler. El mercado de los coches de lujo se había reducido hasta tal punto que ésta era la única opción comercial posible. En 1936, se presentó el Daimler Fifteen -con motor de 2.5 litros y seis cilindros- destinado a quienes deseaban el prestigio pero no los gastos de un coche grande.
El Fifteen salvó a la marca Daimler de la extinción prematura pero para compensar este cambio en las normas, se introdujo un nuevo Straight-Eight en el mercado de lujo. Este modelo, inspirado en el Forty de Lanchester, incluía válvulas accionadas por levas en lugar de los costosos manguitos.
El automovilismo como deporte volvió a tomarse en serio y se prepararon algunos de estos Daimlers para los rallies. Se fabricaron Straight-Eights más pequeños y deportivos y se desarrollaron diferentes longitudes de chasis.
LOS AÑOS DE LA POSGUERRA
Los primeros Daimlers de la posguerra fueron los nuevos Straight-Eight -el DE36 y dos nuevos seis cilindros, el DB18, más pequeño, y el DE27. Durante varios años, esta fue la gama básica, aunque los fabricantes de carrocerías añadieron toques especiales creando algunos coches grandes y atractivos.
Durante el Salón del Automóvil de Earls Court, el público pudo hacerse una idea de lo que iba a venir. El Green Goddess era un impresionante coupé descapotable con carrocería de Hooper -entonces parte del imperio BSA/Daimler- dado que era a Baker a quien Hooper había absorbido algunos años antes.
En la muestra de 1951, se dio a conocer otro Daimler muy especial por encargo del presidente, Sir Barnard Docker, con objeto de hacer publicidad de la marca. En realidad, de quien hizo publicidad, probablemente, fue de Lady Docker, que lo utilizó a menudo después de la exposición. Este primer Docker Daimler, bautizado como el "Coche de Oro", tenía un elegante acabado en negro con diminutas estrellas doradas y todos los embellecedores chapados en oro.
Tres coches memorables siguieron a este modelo: el Silver Fash (1953), el Stardust (1954) y el Golden Zebra (1955). Este sería el final del Docker Daimler, al que el resto de los consejeros de BSA consideraban demasiado extravagante. Sir Bernard y Lady Docker fueron alejados de BSA y de Daimler entre acusaciones de gastos superfluos y un reguero de titulares en los periódicos de toda Europa.
Sir Bernard Docker fue, cuando menos, el artífice del Daimler Conquest. Se trataba de un coche moderno con motor de 2.5 litros, destinado específicamente al mercado medio. Tenía un buen pedigrí, refinamiento y, como demostró en raíles y pistas, excepcionales prestaciones.
1956 será un año siempre recordado por los amantes del Lanchester. El Lanchester Sprite permaneció como prototipo durante algún tiempo pero, por razones desconocidas, la nueva dirección decidió abandonar por completo el proyecto Sprite -y con él murió el nombre Lanchester.
Para entonces, BSA se había cansado de respaldar a la marca Daimler y cuando Sir William Lyons, de Jaguar, propuso la compra de la fábrica Daimler de Radford, no sólo se aseguró mayor capacidad de producción sino que se hizo con otra filial muy eficaz y algo que sabría aprovechar al máximo... el Daimler...
Durante algún tiempo, Jaguar siguió desarrollando los proyectos originales de Daimler, perfeccionando los deportivos SP250 e introduciendo el Majestic Major, una gran berlina con motor de ocho cilindros en V. El primer Jaguar-Daimler se presentó en el Salón del Automóvil de 1962. El coche estaba equipado con un motor de 2.5 litros y ocho cilindros en V y se trataba, fundamentalmente, de un Jaguar Mark II con el pequeño motor Daimler V8.
El primer modelo surgido de la unión Jaguar-Daimler fue el Daimler DS420 Limousine, que utilizaba el bastidor 420G. El nuevo modelo disponía de una sección adicional de 20 pulgadas tras el asiento delantero y estaba equipado con el legendario motor XK de 4.2 litros. En este coche la influencia de Jaguar se mantenía soterrada. La carrocería, puramente Daimler, guardaba algo más que un ligero parecido con los Daimler diseñados por Hooper en el pasado. Este modelo, muy apreciado, se fabricó desde 1968 hasta 1992, y mantuvo una relación ininterrumpida con la Familia Real inglesa y jefes de estado de todo el mundo.
En 1972 se inició la producción de un nuevo motor Jaguar de doce cilindros en V que supuso el resurgimiento del Daimler "Double Six". Además, entre 1974 y 1975 también se fabricó, en versión Daimler, un coupé de dos puertas muy atractivo, derivado de la berlina XJ.
En 1984, Jaguar regresa al sector privado y, dos años después, la empresa lanza una gama de berlinas totalmente nueva, la XJ40 con un nuevo motor "AJ" de seis cilindros. Las versiones Daimler del XJ40 estuvieron disponibles desde el momento del anuncio y la producción del Daimler Double-Six se mantuvo hasta finales de 1992.
Tras la adquisición de Jaguar por parte de la empresa Ford en 1989, se inició un intenso programa de desarrollo de producto. Octubre de 1992 fue testigo del lanzamiento de la nueva gama Majestic en la Muestra del Motor NEC. La batalla del nuevo modelo se ampliaba doce centímetros y medio para mejorar el espacio destinado a las piernas.
En septiembre de 1994, se dio a conocer la primera gama Jaguar-Daimler producida desde la absorción de la empresa. La nueva serie XJ, con el Daimler Double-Six de 6.0 litros como buque insignia, se inspiraba en las formas curvilíneas clásicas de las primeras berlinas de la Serie III. Tan sólo nueve meses después, se anunció el modelo X330 de batalla larga. El Daimler Six y el Double-Six, abanderados de la nueva gama Serie XJ incorporaban de serie la carrocería de batalla larga que conservaba la elegancia esencial tradicional de Jaguar.
Un siglo después de la creación del Daimler, la marca personifica la calidad, la artesanía y el refinamiento que Jaguar defiende como compromiso con la tradición de excelencia establecida en los albores de la historia del automovilismo. La perpetuación de las cualidades de artesanía y exclusividad sigue siendo un aspecto esencial de los planes previstos para los futuros modelos Jaguar.
El Daimler Century celebra los 100 años de la marca. Caracterizado por un amplísimo y original equipamiento, el Daimler Century es lo definitivo en Daimler y uno de los mejores coches jamás construidos. Con objeto de garantizar su exclusividad y distinción, la disponibilidad del Daimler Century se limita al centenario (1996).
En 1996 se lanzó una serie limitada del Daimler Century, que conmemoraba el centenario de la marca Daimler. Distinguido por su original y único equipamiento, el Daimler Century es uno de los más exquisitos coches nunca fabricados. Para asegurar esa exclusividad y distinción, sólo se lanzó un serie limitada del Daimler Century, para conmemorar el centenario de la marca en 1996.
Ahora, 100 años después de la creación de la marca que identifica la calidad, artesanía y refinamiento, que han sido las cotas de las tradiciones y la tecnología punta en los últimos años de la historia automovilística.
La gama de motores V8 creada por Jaguar en el aclamado XK8, también se ha desarrollado para Daimler, ofreciendo dos motores de 4.0 litros, uno de aspiración atmosférica y otro sobrealimentado que desarrolla 370 CV.
Los nuevos motores incorporan una nueva transmisión automática de cinco velocidades, con configuración en J y overdrive manual.
La combinación de la potencia de nuevo V8 con la flexibilidad de la nueva transmisión, su respuesta y el cambio de marchas sin fisuras crea un balance entre potencia, conducción sin esfuerzo y excelente confort.
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