CORVER (1.964 - 1.966)



La redacción de esta historia es un extracto de la historia de Corver, que Pablo Gimeno Valledor hace en su libro sobre el carrocero Pedro Serra.


Un poco de historia

En 1951, Juan Cortés, un antiguo mecánico de los Talleres Seida, se instaló por su cuenta con su propio taller mecánico en la calle Valldoreix nº 1 de Barcelona. Su amigo Alberto Folch Rusiñol (un antiguo cliente de Talleres Seida) le apoyó en todo momento trayéndole sus coches para hacerles el mantenimiento y además le aportaba a sus amigos como clientes.

Ya en su nuevo taller de la calle Valldoreix, se unió a Juan Cortés un joven llamado Jaume Verge Albertos. De la unión de las primeras sílabas de los dos apellidos surgió el nombre de “Talleres CORVER”. Entre Cortés y Verge no hubo más contrato que un simple documento privado que nunca hizo falta utilizar.

Las buenas influencias y consejos de Alberto Folch, y la estrecha relación que Verge había establecido con algunos buenos preparadores italianos, hicieron que los Talleres CORVER prosperaran y la buena marcha del negocio hizo que las instalaciones se quedaran pequeñas, por lo que Cortés y Verge decidieron que había llegado el momento de abrir un nuevo taller, más amplio y mejor acondicionado. El nuevo taller se montó en la calle Julio Verne nº 22 y el traslado se realizó en 1955.

Con el tiempo, las reparaciones y preparaciones de motores realizadas por CORVER se convirtieron en referencia de calidad. Una de las realizaciones propias que se ofrecían de modo estándar era la transformación de los motores Seat de 1400cc a 1800cc o 2000cc.

La buena marcha del negocio y la creciente actividad provocaron que nuevamente se hiciera necesario buscar un nuevo local, con más capacidad y mejores condiciones. En ese momento fue cuando Alberto Folch decidió participar en la nueva singladura como accionista y asesor, por lo que compró un solar en la Calle Marco Aurelio nº 8 en el que edificó 5 plantas (4 de alquiler). La Planta baja y el sótano, que se unieron mediante un montacargas fueron diseñados expresamente para su funcionamiento como taller, con capacidad para contener hasta 7 coches, con la idea de que Corver se instalara alquilando los locales.

Fue así cuando en mayo de 1965 se asociaron a partes iguales; Alberto Folch, Juan Cortés y Jaume Verge, naciendo la firma CORVER, S.A., y el traslado a los nuevos locales se produjo el 23 de diciembre de 1966, una vez finalizadas las obras.

Justo antes de realizarse el traslado, y a pesar de que la amistad entre ellos continuó siempre, Jaume Verge abandonó la Sociedad, haciéndose cargo de sus acciones Alberto Folch, que a partir de ese momento pasó a poseer dos tercios del capital. Más tarde cedería algunas de sus acciones a Antoni Verge, hermano de Jaume, que se incorporó a la sociedad para ocuparse de ciertas tareas administrativas relacionadas con la importación de piezas y componentes, algo complicado en aquella época en España.

Con los años, CORVER, S.A. llegó a tener una brillante trayectoria como distribuidor de firmas tan prestigiosas como Aston Martin, Lotus o Jensen.

Los coches únicos o casi únicos de CORVER (Aparece el carrocero Pedro Serra)

Jaume Verge, y el carrocero Pedro Serra se conocían desde 1942 y más tarde también habían coincidido en la Capitanía de Barcelona prestando el servicio militar, por lo que cuando en CORVER se plantearon la posibilidad de realizar coches con líneas propias (antes de que Verge abandonara la Sociedad), Verge fue uno de los que más fervorosamente apostaron por Pedro Serra.

El primer coche de Corver carrozado por Pedro Serra fue un roadster realizado en 1964 sobre la base del Seat 600 y del que se hicieron unas 16 unidades. La mecánica de este coche se podía potenciar hasta los 850cc además de otras modificaciones.

En 1965, Serra realizó para Corver, 2 ejemplares de un magnífico coupe sobre la base del Seat 1500, con una mecánica muy optimizada por Corver. (Un año más tarde, el carrocero Costa, que ya había realizado una versión cabrio del 1500, construyó también su versión coupe del 1500 pero para 4 plazas).

También en 1965 y sobre la base del Seat 600, Serra realizó para Corver el denominado “Seat 600-1000 Corver Cabriolet” conocido también como Seat 1000, del que se cree sólo existió un ejemplar.

Para el Salón de Barcelona de 1966, Serra recibió el encargo de Corver de una nueva carrocería roadster sobre la base del Seat 600 con mecánica potenciada. Posiblemente la producción de este modelo se limitó al ejemplar realizado para el Salón de Barcelona.

Tras estas experiencias nada rentables, Corver se reorientó económica y financieramente llegando hasta nuestros días ostentando representaciones como la de la marca Yamaha.