La “A.F. Clark & Company”, de Philadelphia, Pennsylvania, inició su actividad en 1903 con el objetivo de construir coches eléctricos, pequeños camiones de reparto, baterías, controladores y motores.

El Clark Stanhope era un coche eléctrico equipado con una batería de 125 amperios y dos motores de 2 hp. Tenía capacidad para 2 o 4 pasajeros. Con la capota cerrada sólo cabían dos pasajeros ya que el asiento de detrás (plegable) se tenía que cerrar, pero con la capota abierta y el asiento de detrás abierto podían viajar hasta cuatro pasajeros. El Clark Stanhope tenía una autonomía de 40 millas viajando a 18 mph.

La “A.F. Clark & Company”, también construyó un coche híbrido gasolina/electricidad. El motor de gasolina desarrollaba 7 hp y tenía una dinamo que recargaba las baterías. El motor de gasolina se podía poner en marcha con la dínamo con sólo girar una manecilla. Podía alcanzar una velocidad de 30 mph. Tenía capacidad para 9 pasajeros y al igual que el Stanhope estaba equipado con ruedas de goma maciza.

El único defecto de esos vehículos es que eran demasiado avanzados para su época y la empresa sólo aguantó dos años antes de que tuviera que renunciar a su proyecto inicial por falta de viabilidad comercial y se trasladara a Toledo, Ohio.