Tras varios años de trabajo experimental en Boston, Edward Clark inició la fabricación de coches de vapor en Dorchester (antiguo municipio, ahora disuelto y convertido en un barrio de Boston), Massachusetts.

El primer modelo fue un “bis-a-bis” equipado con un motor marino de vapor de doble cilindro y 6 hp. El conductor podía elegir el lado que quería ocupar para la conducción (derecho o izquierdo).

Más adelante utilizó motores de 4 cilindros horizontalmente opuestos, de 20 hp. Los coches a vapor de Edward Clark eran de diseño avanzado. El motor estaba situado en el centro del vehículo, junto con la caldera bajo un capó. La tracción por cadena accionaba el eje trasero.

Los coches de Clark eran caros, en 1904 costaban 5000 dólares, pero en 1909 el precio se redujo hasta los 2500 dólares. No obstante eran todavía 1000 dólares más caros que los Stanley Steamer de la época, por lo que se vendieron muy pocas unidades.

Edward Clark también construyó el primer automóvil con cuatro ruedas motrices, con un motor de vapor diseñado por un inventor llamado Shaw.