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CALLIHAN (Edward Scott Callihan) (1.884) |
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Edward Scott Callihan nació en la localidad de Woonsocket, en Dakota del Sur. Enamorado de la mecánica, era un poco excéntrico y no demasiado sociable. Constantemente jugueteaba con piezas procedentes de máquinas y un día de 1884 (12 años antes de que Henry Ford construyera su primer coche) sorprendió a sus vecinos con un ruidoso vehículo de tres ruedas que se desplazaba sin caballo. Se trataba de un vehículo impulsado a vapor con una caldera que utilizaba el queroseno como combustible.
El vehículo de Callihan tenía diseño de triciclo, con una sola rueda delantera y dos traseras. Callihan se sentaba detrás de la caldera de vapor sobre un asiento que había tomado prestado de una segadora y manejaba su invento con dos palancas de dirección. El artilugio, de dos cilindros, alcanzaba una velocidad máxima de 15 mph. 20 millas separaban la casa de Callihan, que estaba cerca Artesian hasta Woonsocket y las recorría en aproximadamente dos horas. El tablero de instrumentos consistía en un silbato y un indicador del nivel de agua.
Callihan no era un hombre ilustrado, no había pasado de quinto grado en la escuela, pero sus aptitudes para la mecánica eran innatas, construía invenciones a prueba y error y estaba dotado de una gran perspicacia. Callihan se consideraba principalmente agricultor, y la mayor parte de sus pequeños inventos estaban dedicados a buscar maneras para minimizar el duro trabajo del campo y la agricultura. Callihan había fabricado aparejos de perforación de pozos y máquinas de trillar, e incluso un torno impulsado por un molino de viento que daba vueltas, pero nada revolvió tanto su imaginación como su carro sin caballo.
Cuenta la historia, que pocos años después, Callihan construyó su primer coche impulsado con gasolina. Un puñado de vecinos ya acostumbrados por aquel entonces a ver todo tipo de artilugios extraños, se juntaron para observar su primera prueba controlada. Callihan puso en marcha el vehículo y la muchedumbre empezó a gritar. Callihan agitaba los brazos señalando alguna cosa en la máquina, pero no podía ser oído por los gritos y por el rugido del motor. Durante casi dos horas Callihan siguió circulando en circunferencia sobre el grupo desconcertado de curiosos. Finalmente la máquina se detuvo. Cuando Callihan se apeó, explicó con vergüenza que había montado el interruptor de parada fuera del alcance de sus manos desde su posición en el asiento del conductor.
El primer vehículo de vapor de Callihan no sobrevivió para ocupar el lugar que le correspondería en un museo como el primer vehículo sin caballo en Dakota del Sur. Sin duda hubiera sido el orgullo de cualquier museo. Lamentablemente, Callihan tenía más pasión por la mecánica que por la historia y desmontó su invento cuando necesitó sus piezas para otras máquinas. Callihan murió el 6 de marzo de 1937 en Woonsocket.
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