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CALLAWAY (1.977...) |
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En 1973, el piloto de carreras norteamericano Reeves Callaway, aun después de haber ganado el campeonato nacional SCCA de fórmula Vee, se vió incapaz para continuar su carrera en el mundo de la competición, debido simplemente a que no tenía dinero. Reeves Callaway había sido considerado como el mejor de los jóvenes pilotos de Fórmula de aquella temporada, teniendo como rivales a pilotos tan prometedores como Rick Mears o Emerson Fittipaldi.
Tras reconsiderar todas sus opciones, Callaway hizo lo que muchos pilotos de carreras hacían, y se fue a trabajar como instructor de pilotos. Trabajando para Bob Bondurant, adquirió mucho conocimiento acerca de las complejidades y las carencias de los motores de la serie 3 de BMW. Su trayectoria como probador de los BMW llegó a su fin y Callaway consiguió un BMW 320i de la escuela con la intención mejorar su motor.
Callaway había adquirido muchas habilidades y experiencia durante su período como piloto de carreras profesional. Entre ellas estaban la fabricación de motores, el ajuste de bastidores y la fabricación de componentes. Además tenía la ventaja de haber recibido una buena formación, habiéndose graduado como BFA en el Amherst College en 1970. Callaway sabía que podía mejorar el rendimiento del BMW 320i y se lo llevó a un garaje en la parte trasera de su casa en Old Lyme, Connecticut.
En la soledad que sólo conocen los artesanos e inventores, Callaway construyó e instaló en su BMW el prototipo de su primer sistema de turbocompresor. Don Sherman de “Car and Driver” tuvo noticias de ese coche y solicitó una prueba. Sherman escribió un artículo describiendo el coche y la excitación que había experimentado al conducirlo debido a su recién descubierta potencia. Sherman, sin querer, dio a entender que Callaway podía facilitar equipos de turbocompresor a la comunidad BMW. La verdad era que Callaway aún no tenía la maquinaria adecuada y mucho menos los medios para producir los componentes necesarios.
No pasó mucho tiempo hasta que los pedidos del sistema turbo para BMW empezaran a llegar, y los recursos de Callaway empezaron automáticamente a crecer. Muy pronto, Callaway y sus amigos empezaron a trabajar en el garaje de su casa con buena maquinaria y fabricando componentes de primera calidad.
Finalmente Reeves Callaway fundó su propia compañía en 1977. La compañía inició sus actividades implementando turbocompresores en motores BMW, Volkswagen, Porsche, Audi y Mercedes.
En los años 1980, construyó motores turbo sobrealimentados para Alfa Romeo (C3), el Chevrolet Corvette y en general para los vehículos de Aston Martin (C5).
Durante la década de 1990, modificó y adaptó automóviles Chevrolet, Holden y Mazda.
El primer modelo propio fue el Callaway C7, producido entre 1993 y 1997.
En 1998 el C7 fue sustituido por el Callaway C12, una "bestia" capaz de alcanzar los 304 Km/h. El diseño del Callaway C12 fue realizado en Barcelona, producto del departamento de diseño que IVM tiene ubicado en el Mediterraneo. Cuatro jovenes diseñadores españoles, integrados en una unidad creativa multinacional, firman este excelente trabajo, capaz de satisfacer a los responsables americanos de Callaway. El montaje final del conjunto es realizado por técnicos alemanes. El Consorcio IVM Engineering Group, es un imperio industrial que ya tiene 1400 empleados y 25 oficinas en 10 países diferentes.
Sin lugar a dudas, Callaway se ha convertido en el mejor "optimizador" de Chevrolet Corvette de todo el mundo.
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