Samuel Robinson Bailey, construyó el coche Bailey Electric en Amesbury, Massachusetts. Bailey era constructor de carruajes y había perfeccionado el funcionamiento de las máquinas de vapor. Bailey fue el primero en la industria en utilizar parabrisas en sus carruajes.

Dependiendo de la fuente consultada, la fecha en la que esta empresa inició sus actividades como constructor de automóviles varía. Según la historia de la familia Bailey que debería ser la información más fiable, el primer coche Bailey Electric fue construido en 1898, pero los motores existentes en aquella época no podían llevar las pesadas baterías que eran necesarias. No obstante, en aquella época, Thomas Edison trabajaba sobre una nueva batería más ligera y fiable que pudo ser utilizada por el coche de Bailey. Existe una fotografía anterior a 1909 en la que se ve a Thomas Edison con el Bailey Electric tras haber realizado una prueba controlada de resistencia de 1000 millas.

Sea como fuere, el coche Bailey no estuvo listo para la producción en serie hasta 1907. Aun cuando el primer prototipo hubiera podido ser construido en 1898, la fecha inicial de inicio de producción en serie fue 1907.

Los años de experimentación con el coche debilitaron enormemente las finanzas de la “Bailey Carriage Company”, que tuvo que vender participaciones para obtener el capital necesario para construir sus coches. En 1907 el nombre de la compañía fue cambiado por el de “S. R. Bailey & Company Inc.”.

El modelo Victoria Phaeton fue el más conocido de la firma por la belleza de su diseño, la ingeniosa construcción mecánica y su elevado nivel de calidad por sus acabados realizados a mano y con buenos materiales. Fue sin duda, el coche eléctrico más ligero de su tipo fabricado hasta ese momento. A pesar de la gran capacidad de sus baterías y de la potencia de su robusto motor, el Victoria Phaeton pesaba sólo 2000 libras, (el vehículo sin motor y sin baterías pesaba tan sólo 825 libras).

En 1909, y con un precio de 2.000, dólares, el Bailey Electric era el coche perfecto para la ciudad. El coches Bailey Electric destacaban por su atractivo aspecto exterior con madera laminada, sus pasos de cadena, su motor General Electric, y su batería Edison. El lema del coche Bailey Electric era “Fast enough, far enough”, algo así como (Suficientemente rápido, suficientemente lejos).

En 1914 el Modelo “F”, realizó 125 millas a una velocidad media de 20 millas por hora, y una velocidad máxima registrada de 27 millas por hora.

No existe ninguna constancia de que los coches Bailey Electric fueran producidos después de 1915.