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AUTO RÉPLICA (AR) (1.983 - 1.985) |
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Fruto de un prototipo realizado a partir de un MG TD original, que fue presentado en el Salón del Automóvil de Barcelona de 1981, Francisco Pueche se embarcó en un ambicioso proyecto fundando la empresa “Autoréplica” (AR) en 1983. Su objetivo era la fabricación artesanal en pequeñas series del AR 50, una magnífica réplica clónica del mítico MG TD de 1950.
La mecánica y la carrocería del AR 50 reposaban sobre un clásico chasis de largueros de acero, no siendo de estructura autoportante, lo cual no era habitual en la realización de réplicas ya que habitualmente se solía aprovechar el monocasco de otro coche. La distancia entre ejes era la misma que la del coche original, no obstante la anchura era 7 centímetros superior para acoplarse a la de los ejes utilizados.
Toda la mecánica, motor, caja de cambios, ejes, dirección, frenos etc…, como la de tantas réplicas de la época, era de procedencia Seat, ya que no solía dar demasiados problemas. Concretamente se eligió la del Seat 1430 por su mecánica longitudinal de motor delantero y tracción trasera. El motor, era el bien conocido 4 cilindros de 1438cc y 77 cv a 5400 rpm. La caja de cambios era de 5 velocidades y la dirección de cremallera. Originalmente estaba equipado con llantas de disco que podían ser sustituidas opcionalmente por otras de radios de alambre. La velocidad máxima era de 137 Km/h.
El salpicadero del AR 50 era de madera de raíz barnizada, repleto de relojes. El volante de madera y aluminio de la firma Motolita se importaba directamente de Inglaterra. El habitáculo podía cubrirse con una capota de fácil colocación.
Opcionalmente se ofrecían como extras las ventanas de las puertas, la calefacción, un portamaletas y la preinstalación de radio, así como otras opciones de tapicería de piel de otros colores, ya que originalmente los que se ofrecían de serie eran de color blanco, negro, rojo y verde. El precio f.f. (sin impuestos) por el que se comercializaba era de 2.160.000 pesetas.
Según el fabricante, la intención era también desarrollar otra versión con motor Seat biarbol de 1.6 litros, y una versión posterior del MG, el TF de 1955.
La producción prevista inicialmente para el AR 50 era de 8 unidades mensuales, las cuales se fabricarían de forma puramente artesanal.
Sea como fuere, el proyecto no llegó a buen puerto, posiblemente por su elevado precio para la época, por lo que tras haberse fabricado doce unidades, las puertas de Autoréplica se cerraron definitivamente en 1985.
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