A principios del siglo XX, la firma francesa Darracq tuvo una sólida presencia en América. Los coches Darracq tenían prestigio y eran utilizados en competiciones deportivas con bastante éxito.

Con el objetivo de exportar sus coches a Estados Unidos, entre 1901 y 1905, Darracq otorgó una representación a la “F. A. La Roche Company“, que creó la “American Darracq Automobile Company” con sede en la ciudad de Nueva York, y sucursales distribuidoras en ciudades tan importantes como Chicago, Philadelphia, Boston, Detroit o Saint Louis.

Los coches Darracq comercializados por esta empresa en América, eran conocidos como “American Darracq”.