Año: 1.954
Modelo: MERCEDES BENZ 300 SL GULLWING Coupe (W198)
Peculiaridades:
Fabricante: BBURAGO Refª: 3013 Escala: 1/18
Ficha:



IMÁGENES DEL COCHE REAL



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Cuando Mercedes Benz lanzó una serie memorable de modelos en los años cincuenta, pocos pensaron que la marca alemana fuera capaz de crear un coche tan espectacular como éste.

El Mercedes Benz 300 SL fue atractivo a simple vista por la forma alada en la que se abrían las puertas, de ahí el apelativo "Alas de Gaviota", sobrenombre que acompañaría a esta obra de arte para siempre. Este coche fue el primer coche matriculable con inyección de gasolina.

Este modelo, de 1954, tenía un motor de seis cilindros en línea de 3 litros de 215 HP de potencia. Con estas prestaciones, el 300 SL "Alas de Gaviota" podía correr hasta los 264 km/h, una barbaridad si tenemos en cuenta que se trataba de un coche concebido hace ya cincuenta años.

De difícil acceso a los asientos y destinado a expertos en conducción deportiva, su motor calentaba desmesuradamente el habitáculo.

Entre 1954 y 1957 se produjeron 1.400 unidades con motor de 2.996 cc y 240 CV. 

Entre 1957 y 1963 se fabricaron 1.858 unidades de una versión roadster.

Hoy en día, poseer uno de éstos coches es todo un lujo, ya que para conseguirlo hace falta una cantidad muy considerable de dinero si es que antes hemos podido convencer al dueño para que nos venda tan apreciada máquina. Sin duda, uno de los coches europeos mejor logrados del siglo XX.

HISTORIA Y LEYENDA

En 1952, Mercedes-Benz hizo historia al conquistar La Carrera Panamericana con su 300 SL. Cinco décadas después, la deportiva y poderosa Clase SL está más fuerte que nunca.

A inicios de la década de los años 50, Mercedes-Benz tenía un objetivo muy claro: consolidarse como uno de los fabricantes más importantes a nivel mundial. Para ello, se dedicó a la tarea de crear los mejores coches deportivos del momento, que por un lado colocaran a la marca dentro de los primeros lugares del automovilismo internacional, y que por otro le dieran el prestigio que hoy ostenta. Prueba de ello es la Clase SL 2003, un símbolo de tradición y de evolución tecnológica.

En el verano de 1951 la marca de la estrella dio luz verde a la construcción de un nuevo coche deportivo de competición. En 1952, tan sólo nueve meses después, el primero de ellos estaba listo. Su nombre: 300 SL. Estas dos siglas, que originalmente corresponden a “Sportlich” (deportivo) y “Leicht” (ligero), hoy en día reúnen toda una vida de éxitos para la marca.

Ese mismo año, después de importantes participaciones en la Mille Miglia, el Grand Prix en el circuito Bremgarten, y en Le Mans, el 300 SL aún tenía algo más que demostrar. Sus triunfos en los circuitos europeos inspiraron a la marca a ampliar sus horizontes, por lo que la dura y famosa Carrera Panamericana significó un enorme reto a superar. Para un fabricante que buscaba demostrar su calidad a nivel mundial, una victoria en esta categoría significaría un mayor reconocimiento, así como un importante aumento en las ventas.

En la tercera edición de La Carrera Panamericana el 300 SL logró el primer y segundo lugares, después de completar los 3,100 kilómetros a todo lo largo de la República Mexicana. Desde Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, hasta Ciudad Juárez, Chihuahua, en los límites con Estados Unidos.

Las mejores máquinas de competición del mundo estaban presentes: Ferrari y Lancia, de Italia; Mercedes-Benz y Porsche, de Alemania; Renault Gordini, el orgullo francés, y el Jaguar inglés.

Después de cinco días de complicados y peligrosos caminos, todo tipo de climas, problemas mecánicos, accidentes y hasta un buitre incrustado en un parabrisas, el piloto Karl Kling y su acompañante Hans Klenk lograron la victoria, con un tiempo récord de 18 horas, 51 minutos y 19 segundos, a una velocidad promedio de 165 km/h. El segundo lugar estuvo a cargo de Hermann Lang y Erwin Grupp, quienes cruzaron la meta 35 minutos después que sus compañeros de equipo. El triunfo hubiera sido completo, de no haber sido por la controvertida descalificación del norteamericano John Fitch, tercer integrante del equipo Mercedes-Benz.

A pesar de su éxito en las competiciones internacionales, el 300 SL estuvo muy cerca de no ser producido en serie. Su comercialización se debe a un hombre llamado Max Hoffmann. Este brillante empresario y vendedor estaba convencido de que podía vender 1.000 unidades de calle del 300 SL en Estados Unidos.

Después de todo, también se había hecho famoso en norteamérica gracias a sus triunfos dentro del automovilismo. Los argumentos de Hoffmann convencieron a la compañía de Stuttgart, y el 6 de febrero de 1952, el 300 SL fue presentado al público dentro del Motor Show de Nueva York. El resto, es historia…