La empresa “S.A. des Anciens Etablissements Secqueville-Hoyau“ fue fundada a principios del siglo XX en la localidad francesa de Gennevilliers. Esta empresa inició sus operaciones con la fabricación de componentes para aviones y motores de aviación bajo licencia Bugatti.

Antes de que finalizara la Primera Guerra Mundial, el centro de estudios de la marca, empezó a programar la utilización de sus instalaciones para su reconversión tras la guerra. La desición final fue poner en marcha la fabricación de automóviles, orientada hacia los vehículos ligeros, pero de calidad superior a la estándar de aquella época.

Así surgió, en 1919, el modelo 10 hp, un vehículo con motor de 4 cilindros y válvulas laterales inclinadas, de 1.244 cc (60x110 mm), dotado de algunas soluciones técnicas rebuscadas e insólitas para un coche de aquella categoría, como: bielas tubulares, cigüeñal sobre 3 apoyos, y accionamiento del árbol de levas, la magneto y la bomba de aceite mediante engranajes helicoidales. Otras características eran el cambio de 4 marchas en bloque con el motor, el embrague monodisco, la instalación eléctrica de encendido y alumbrado, y los frenos traseros con tambores de gran diámetro.

El 10 hp se ofrecía con 3 batallas distintas y 4 carrocerías diferentes: torpedos de 3 y 4 plazas, conducción interior y coupé. El último toque de distinción lo constituía un elegante radiador, una versión miniaturizada del famoso tipo Rolls Royce.

El Secqueville-Hoyau se presentaba así como un pequeño automóvil de lujo, apreciado por los entendidos, pero demasiado caro para el gran público. Por esta razón, tras un inicio bastante favorable, la producción empezó a disminuir y finalmente cesó en 1924.