PLAYBOY (1946 - 1949)



Este utilitario convertible fue la creación de unos emprendedores de Nueva York, que fundaron la Playboy Motor Car Corporation en los años inmediatamente posteriores al final de la Segunda Guerra Mundial.

La Playboy fue una de las muchas pequeñas compañías de automóviles que querían abordar a un mercado que no estaba del todo probado. Se trataba de construir coches que se pudieran vender por menos de 1.000 $. La mayoría de estas compañías ofrecían coches utilitarios con pequeños motores, que resultaban baratos y eran fáciles de mantener. Sin embargo, este sano razonamiento no coincidió con la realidad económica del País que determinaba que si una persona o una familia no podía adquirir un coche que costara más de 1.000 $, tampoco podía adquirir un segundo coche. La carencia de un mercado interesado, combinada con la escasez de materiales, fue la causa de que casi todas las compañías que intentaban producir coches basados en esa teoría quebraran, muchas de ellas antes incluso de haber vendido un solo coche. Quizá la única excepción de esta regla fue la King Midget Company.

Louis Horowitz, Charles D. Thomas y Richardson Normando fundaron la Playboy Motor Car Corporation. Horowitz, que había sido distribuidor de Packard, y Thomas, antiguo ingeniero de Pontiac, diseñaron un pequeño y ligero convertible muy barato para viajar en automóvil de forma divertida. Estaba propulsado por un motor de cuatro cilindros en línea, tenía tres asientos y una capota metálica abatible manualmente que se guardaba tras el asiento.

Según los datos de que se dispone, entre 1946 y 1949 se construyeron 97 coches en la vieja fábrica de carrocerías de Brunn en Búfalo y luego en la fábrica de Playboy en Tonawanda del norte, Nueva York. Su precio inicial de 985 $ lo tenía que convertir en muy atractivo para los que quisieran disponer de un segundo coche para su tiempo de ocio y los pequeños desplazamientos domésticos. De hecho, este coche fue concebido como segundo coche para ser utilizado por las amas de casa de la ciudad. Pesaba 862 Kg. (1900 libras), era propulsado por motores Continental de 40 hp, y Willys de 72 hp, ambos de cuatro cilindros, y tenía una caja de cambios manual de tres velocidades y alcanzaba entre 115 y 120 Km/h. El Playboy era un coche realmente pequeño con una distancia entre ejes de 2.286 milímetros (90 pulgadas) y una longitud total de 3.962 milímetros (156 pulgadas).

Al igual que el Tucker, el Playboy se debía financiar con las ventas a través de los distribuidores, pero desafortunadamente esa línea de financiación no llegó nunca al coincidir con la época en que Preston Tucker estaba siendo investigado por la Comisión de intercambio. Los coches de Playboy nunca fueron puestos a la venta directamente y al faltar esa línea de financiación no se pudo llegar a producir el coche en serie.

La bancarrota llegó en 1951, y con ella el cierre de otro interesante capítulo de la historia de la automoción. Los activos de Compañía fueron vendidos a una compañía dirigida por un grupo de empresarios chinos.

Más tarde entró en escena un hombre de negocios, Alvin Trumbull de Connecticut que recogió los restos de la Compañía. En 1952, Trumbull intentó, con la ayuda de Preston Tucker, reintroducir de nuevo el Playboy, pero no tuvieron éxito. Durante esos años finales, no encontraron la financiación necesaria para fabricar los moldes de la carrocería que hubieran hecho posible la producción en serie del automóvil. Finalmente los materiales que quedaban fueron destruidos en 1959. Tras muchas vicisitudes, Trumbull sucumbió a lo inevitable y vendió el stock que quedaba de Playboy a un coleccionista, en 1965.

En la actualidad existen solamente unos 35 coches Playboy en todo el mundo. De estos, solamente unos 15 están en buenas condiciones, y menos de 5 en condiciones excelentes.