En los primeros  tiempos de la era de la automoción en Alemania hubo dos modestos fabricantes de pequeños automóviles, que a través de los nombres de sus marcas  definían su modestia: Piccolo (ver historia) y Liliput. Piccolo encontró su hueco en el mercado, Liliput tuvo menos éxito.

En 1894, el negocio industrial de Theodor Bergmann, de Gaggenau, Alemania, se expandió hacia la fabricación de automóviles. En 1904, además de producir camiones, fue añadido a la producción un pequeño coche llamado “Liliput”, diseñado por Willy Seck. El “Liliput” estaba equipado con un pequeño motor monocilíndrico.

Las expectativas puestas en el Liliput no se cumplieron. El motor era demasiado pequeño y los engranajes de fricción estaban obsoletos. La producción del Liliput cesó en 1907.