La historia cuenta que si se tienen en consideración los boletines que publicaba en los años 20 el M.C.F ., Raymond Siran era la “cabeza de turco” preferida de Robert Sénéchal, presidente del club, que no dejaba de criticarle cada vez que tenía una oportunidad. Llegó a llamarle irónicamente el "gran constructor", grande por la talla y no por su producción...

Raymond Siran debía su reputación a la construcción de motocicletas, por lo que Sénéchal no empezó a tenerle manía hasta que se interesó por los Cyclecars y los vehículos de 3 y 4 ruedas.

Hay que mencionar que para dedicarse a la industria mecánica, Raymond Siran había elegido un pseudónimo, ya que su verdadero nombre era de Siran de Cavanac.

En 1923, Siran empezó a fabricar vehículos de 3 ruedas con la marca D'yrsan en Asnières, Francia.

Estos triciclos estaban equipados con motores de 4 cilindros Ruby de 750 cc y SCAP de 1100 cc, que transmitían su potencia a la rueda del eje trasero.

El chasis tubular de los vehículos D’Yrsan era de inspiración Morgan, en cambio la suspensión delantera independiente era de diseño propio. Dos resortes transversales soportados por dos verticales hacían las veces de eje.

Menos hermosos que los Sandford y menos eficaces que los Darmont Spécial, los D’Yrsan no eran vehículos especialmente acertados, pero a pesar de su carrocería de acero y su peso obtuvieron algunos buenos resultados en competición y carreras contra reloj.

Siran y su piloto Krebs se repartían el volante en competición. Con un modelo de record bautizado como “Scarabée” (Escarabajo), muy perfilado y pintado con los colores de este insecto, Krebs alcanzó los 125 Kilómetros por hora, en Arpajon.

Al igual que Sandford y Darmont, Siran en sus últimos años de producción con la marca D'Yrsan también construyó algunos vehículos de 4 ruedas. Al contrario que Sandford y Darmont, fue el único que consiguió esta readaptación presentando algunos coches con resultados notables en competición. Sus modelos de 4 ruedas también estaban equipados con motores Ruby y SCAP.

D’Yrsan quebró en 1928, y es extraño, porque Siran había hecho construir un magnífico motor en la casa “Miguel-Aviation”, un seis cilindros con compresor de 1500 cc semejante al Riley británico.

Desgraciadamente el palmarés deportivo de Raymond Siran fue brillante sólo en la rama de la industria motociclista: Se anotó un récord del mundo en 350 cc a 140,845 km/h.