CLIMBER - (1.919 - 1.924)



La “Climber Motor Corporation” fue fundada en Little Rock, Arkansas, en 1919 por tres hombres de negocios; William Drake, Clarence Roth, y David Hopson.

La idea era construir un coche que pudiera circular sin problemas a pesar de las diferentes condiciones en las que se encontraban los variados caminos y carreteras de Arkansas, un coche que se pudiera conducir bien en caminos pavimentados y también por carreteras deterioradas, que estuviera equipado con un chasis robusto y con una caja de cambios que permitiera circular con facilidad a través de la zona geográfica de los Ozarks, así como por las largas extensiones llanas de las carreteras que bordeaban lagos y ríos. Con ese objetivo, los tres socios contrataron a un ingeniero de Detroit para que diseñara y construyera su coche.

En diciembre de ese mismo año ya existían 10 concesionarios de Climber. Uno de sus lemas era "We are not making promises, we are making cars" (No estamos haciendo promesas, estamos haciendo coches). Para dar a conocer las capacidades del coche, fue llevada a cabo una prueba de resistencia durante el invierno de 1919 bajo la supervisión de William B. Owen, comisionado estatal de carreteras. Tras la puesta en marcha del motor en Little Rock, se mantuvo funcionando sin parar durante un recorrido de 20.239 millas en pleno invierno y soportando el barro y la lluvia por los caminos casi intransitables del Sur. La prueba terminó en los terrenos del Capitolio del estado de Arkansas, cuando el gobernador Charles Brough desconectó el carburador del coche y el motor se apagó.

Los coches Climber estaban equipados con motores Spillman 4-40 y 6-50. Como no podían adquirir todas las piezas terminadas que se necesitaban, se tuvieron que fabricar algunos componentes en Arkansas. Esto resultó ser un problema ya que las piezas que fabricaban para completar los coches no funcionan tan bien como debían y eso provocó que las ventas no fueran buenas.

En 1923, se habían entregado menos de un centenar de coches y desacuerdos entre los socios, provocaron que Drake y Hopson abandonaran la empresa y la “Climber Motor Corporation” entró de lleno en un proceso judicial que la llevaría a la bancarrota.

La planta y los activos fueron vendidos a dos hombres de negocios (liquidadores de empresas) que, en 1923, reorganizaron la empresa y la renombraron como “New Climber Company”. Con los restos de stock, reunieron y acabaron de construir tantos coches Climber como pudieron, alrededor de 200, y luego, en 1924, cerraron la fábrica definitivamente.

De los aproximadamente 275 coches Climber que se fabricaron, sólo se conoce la existencia de dos únicos supervivientes, ambos expuestos en el Museo del Automóvil de Morrilton, en el Condado de Conway.