|
BOSCH-FABREGAT - (1.913) |
|
Agradezco a mi amigo y colaborador Lluís Pallás sus aportaciones para la confección de esta historia. |
En 1913, tres catalanes, Rómulo Bosch Catarineu (que más tarde sería Presidente del Club Natación Barcelona) y los hermanos Antonio y Enrique Fabregat, grandes aficionados al automóvil, construyeron en Barcelona un curioso vehículo de propulsión por hélice, con la hélice situada en la parte posterior. Sin lugar a dudas, fue el primer vehículo de esas características fabricado en España y casi con total seguridad, fue uno de los primeros prototipos en aplicar la idea del “aeromóvil” que llevaría a la práctica más tarde Marcel Leyat en Francia en 1921. (Entre 1922 y 1924, el español Luís Acedo Pérez registró varias patentes de vehículos parecidos, aunque éstos llevaban la hélice en la parte delantera, es decir una hélice tractora).
El vehículo “Bosch-Fabregat”, estaba compuesto por un chasis tubular de acero, totalmente desnudo y sin ningún tipo de carrocería. La motorización estaba encomendada a un pequeño motor francés de la marca Anzani de tres cilindros y 15 hp montado sobre una estructura elevada situada en la parte trasera.
Acoplada directamente al eje del propio motor estaba situada una hélice propulsora de tipo aeroplano de 185 centímetros de diámetro, que impulsaba el vehículo hacia delante. La hélice había sido construida por un ingeniero llamado Brunet, y giraba a 1.900 revoluciones por minuto.
El prototipo estaba equipado con ruedas, dirección a volante, y depósitos de aceite y combustible, y para mejorar un poco la distribución de los pesos, los depósitos de combustible estaban situados sobre el eje delantero. El peso total del vehículo era de 173 kilogramos.
Ese extraño vehículo estaba pensado para poder circular tanto sobre tierra, como por sobre el agua o por la nieve. Sacando las ruedas y muelles, para lo cual bastaba quitar ocho tornillos, se podía adaptar un flotador de superficie plana que le permitía deslizarse sobre el agua. El poco calado del flotador le permitía deslizarse sobre aguas poco profundas de 50 cm o incluso menos. Al mismo bastidor, teóricamente se le podían acoplar unos patines que le permitirían deslizarse a cierta velocidad sobre nieve.
En la prueba del vehículo realizada en octubre de 1913 en la Gran Vía Diagonal de Barcelona, funcionando sobre tierra en formato automóvil, se pudo observar que al vehículo se le habían suprimido el cambio de marchas, el diferencial, el embrague y toda clase de transmisión, alcanzando una velocidad máxima de 80 kilómetros por hora. La marcha del vehículo era suave y sin brusquedades, y se producía a voluntad, con más o menos gas y avance del motor.
Según la prensa de la época, el automóvil/aeromóvil “Bosch-Fabregat” causó la admiración de quienes lo vieron circular por la Avenida Diagonal de Barcelona.
A pesar de ser uno de los primeros vehículos de propulsión aérea aplicada al automóvil que existieron, este prototipo artesanal no tuvo continuación. Al margen del interés histórico y técnico de este prototipo artesanal, la idea tendría su desarrollo practico en Francia en 1921 de la mano de Marcel Leyat, y sería objeto de varias patentes por parte del español Luis Acedo Pérez en 1924.
|
|