En 1955, el Ministerio de Industria húngaro encargó a vários ingenieros, entre ellos Ernő Rubik Sr., (padre del Ernő Rubik que más tarde se haría famoso por su cubo), que diseñaran sendos prototipos de posibles microcoches con la posibilidad de que fueran producidos en Hungría. El proyecto establecía como criterios para el microcoche que fuera un vehículo de cuatro ruedas cerrado, impulsado por un motor de motocicleta, capaz de transportar a dos adultos y dos niños, y un poco de equipaje.

El “Balaton” (llamado así por el lago más conocido de Hungría) fue uno de esos prototipos de microcoche y fue fabricado en 1956 por la empresa “Székesfehérvári Motorjavitó Vállalat”, ubicada en la ciudad húngara de Székesfehérvár, cercana a Budapest. Esta empresa se había centrado anteriormente en la reparación de aviones. Cuando el negocio de los aviones disminuyó en la década de 1940, se buscaron nuevas actividades.

El “Balaton” estaba propulsado por un motor Pannonia de motocicleta de 250cc, que desarrollaba 8hp, situado en la parte posterior. La suspensión de goma fue desarrollada a partir de una idea de Ernő Rubik Sr. La idea de la caja de cambios fue tomada del Isetta, y la marcha atrás del Messerschmitt. Para ello, se tuvo que añadir otro volante de inercia en el motor. Cuando el conductor quería retroceder, se detenía el motor, se apretaba un botón, y el motor empezaba a girar hacia atrás. Según el diseño, el acceso al interior del coche se conseguía de dos formas; empujando el  techo hacia atrás con una maneta para tener acceso a la cabina, como en un avión, o retirando el techo y las puertas que estaban fabricados en una sola pieza y que se unían al coche mediante unas guías.

Esta misma compañía fue la que anteriormente en 1955 había fabricado por el mismo encargo del Ministerio de Industria el prototipo del microcoche “Alba Regia” (ver historia), con el que compartía entre otras características, carrocería de aluminio, ruedas de cola de avión y motores Pannonia de motocicleta de 250cc.

Finalmente en 1957, el Ministerio declaró que no había ganador, y todo el proyecto para la fabricación de un microcoche en Hungría se desechó. Los prototipos tanto del “Balaton” como del “Alba Regia” probablemente fueron destruidos.