Para la confección de esta historia, se ha recabado principalmente información en los siguentes libros:

Agradezco también la colaboración de Lluís Pallás, que ha aportando información de sus archivos particulares.

La sociedad “América Autos Sociedad Española de Automóviles y Ruedas, S.A.” fue la continuadora de otra, establecida por tres socios en 1913 con el nombre inicial de “Irigoyen, Pladellorens y Pazos”. La intención de fabricar automóviles, fue posiblemente la causa del cambio de denominación social.

La sede social de “América Autos, S.A.” estaba situada en la calle Consejo de Ciento nº 605 de Barcelona, y los talleres o fábrica estaban situados en el número 588 de la misma calle.

El Director General, y a la vez también Director Técnico de “América Autos” era Manuel Pazos, un notable ingeniero, responsable de muchísimas patentes, algunas de ellas muy notables, aunque no todas tuvieron el mismo nivel de acierto.

Uno de los primeros diseños de Pazos fue la rueda elástica que trataba de sustituir al neumático con cámara. Este invento no tuvo gran aceptación por problemas técnicos. A pesar de existir otros diseños en otros países, el diseño de Pazos fue uno de los mejor resueltos.

Otro interesante diseño de Pazos fue un tipo de distribución de los motores, en el que las válvulas eran sustituidas por unos denominados “distribuidores tronco-cónicos rotativos”.

En 1917, y con la marca “América”, la firma presentó su primer modelo, el “Tipo A”, equipado con un motor de cuatro cilindros, que incorporaba toda una serie de novedades innovadoras, tales como el mencionado sistema de distribución, un carburador y un cambio de marchas sincronizado de diseño propio, la rueda elástica (esta última era opcional ya que de serie el coche se ofrecía con ruedas convencionales), un sistema de engrase a presión y un original sistema de ballestaje y suspensión patentados.

La representación general de la firma “América Autos, S.A.”, fue confiada Arcadio de Bobes, que tenía su salón de exposición en la calle Balmes nº 30 de Barcelona. En ese mismo salón de exposición se comercializaban los coches franceses “Hurtu” y los camiones británicos “Dennis”.

A pesar de todas las innovaciones que incoporaba, el “Tipo A” no tuvo éxito comercial. Esto, unido a los elevados costes de diseño y fabricación, seguramente provocaron que la firma se hiciera un nuevo planteamiento comercial, cuyo resultado fue la presentación en 1919 del “modelo B”, un pequeño coche tipo cyclecar, bien acabado y absolutamente convencional.  El “Tipo B”, estaba equipado con una carrocería confeccionada por Alfonso Lucas, un industrial carrocero cuyos talleres estaban situados en la calle Córcega nº 345 de Barcelona, y fue presentado en el Salón del Automóvil de Barcelona de 1919, obteniendo bastante aceptación.

En 1921, y basado fundamentalmente en el “tipo B”, apareció el “Tipo C”, un modelo destinado a la competición, del que probablemente sólo se llegó a fabricar un ejemplar. La carrocería del “Tipo C” también era obra del carrocero Alfonso Lucas.

Pablo Gimeno Valledor, en su magnífico libro “El Automóvil en España, su Historia y sus Marcas” describe el historial deportivo y las características técnicas completas de los tres modelos.

Finalmente, en 1922, la fábrica cerró sus puertas.

Modelos