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ALPINE (1.955 - 1.995) |
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Cualquier
persona que llevada por su afición al automóvil o simplemente por curiosidad
se haya adentrado en los orígenes del mismo, sin duda habrá observado un
factor común en la práctica totalidad de iniciativas que dieron paso a través
de los años, al desarrollo de grandes marcas. Ese factor fue la ilusión y empeño
de hombres que creyendo firmemente en una idea, lograron salvar todas y cada una
de las dificultades que le salieron al paso para hacerla realidad.
Alpine
es un fiel reflejo de lo expuesto anteriormente, pues debe su existencia al empeño
de un hombre, el francés Jean Redele, por construir un coche de competición
adaptado plenamente a sus propios criterios.
Hacia
finales de los anos 40 un joven de nacionalidad francesa, hijo del propietario
de un concesionario Renault situado en las proximidades de Dieppe participaba
asiduamente en competiciones automovilísticas, utilizando diversos tipos de
coches (principalmente Renault).
Jean
Redele, pues así se llamaba el joven , buscaba obtener el mayor rendimiento a
sus automóviles, por lo que en octubre de 1946 decidió preparar un Renault 4CV
(modelo conocido en España como 4/4) para participar en varias carreras como la
Copa de los Alpes, el Tour de France, etc...
Los
buenos resultados obtenidos en estas y otras carreras llevaron a los
responsables del equipo oficial Renault a contratarle, permaneciendo en el mismo
desde 1951 hasta 1954 y participando en innumerables rallyes.
Pero
en la mente de Redele, durante esos años, fue tomando forma una idea. que no
era otra cosa que realizar su propio automóvil de competición a partir de la
base técnica del Renault 4 cv por lo que en 1952 se decidió a poner su idea en
practica.
En
pocos meses había nacido el primer Alpine, y nada mejor que una carrera
importante para comprobar su eficacia, las Mil Millas de 1952. Este seria el
duro test al que se enfrentaría el pequeño automóvil, y el resultado no podía
haber sido mas espectacular, pues el Alpine conseguía la victoria en su clase.
Durante
los años siguientes se repitieron las participaciones en las carreras más
prestigiosas de la época, Lieja-Roma-Lieja, Copa de los Alpes, Rallye de
Montecarlo, Mil Millas, etc...
El
excelente comportamiento y fiabilidad mecánica de los Alpine, fueron argumentos
de peso para que muchos pilotos pretendiesen hacerse con uno, lo que indujo a
Redele a fabricar una serie limitada de sus berlinetas con carrocería de fibra
de resina de vidrio. Esto resultó ser el nacimiento en 1955 de la Societè de
Automóviles Alpine, cuya sede principal se estableció en Dieppe, habiéndose
mantenido como un taller artesanal en el que se fabricó hasta 1960 el modelo
A106, denominado también Mille Miglia en honor a los éxitos obtenidos en la
legendaria carrera.
El
éxito de ventas fue en aumento, de la misma manera, el otrora pequeño taller
artesanal, se había convertido en una verdadera fábrica de automóviles, cuyas
instalaciones fueron creciendo para dar salida a la creciente demanda; la
fabrica realizaba vehículos destinados a uso en competición y también para
utilización normal, como el Cabriolet A 106.
Los
modelos fueron evolucionando; el denominado Coupe Sport, fue el primer Alpine
que incorporó el bastidor de viga central que incorporaba todos los elementos
mecánicos y que le permitía poseer una robustez envidiable para unos vehículos
tan ligeros; le siguieron el Coupe 2+2, así como las berlinetas A 105, y A 108,
conocida también por el sobrenombre de Tour de France.
Sus
motores se suministraban opcionalmente. con mecánica Dauphine-Gordini en
distintas cilindradas (747,845,904 y 998 c.c.). Lógicamente, todos los modelos
destinados a competición fueron obteniendo resultados cada vez más
importantes, lo que hacia presagiar que había nacido un futuro mito.
En
1966 el A 108 fue sustituido por el A 110. modelo que incorporaba de serie gran
cantidad de modificaciones ensayadas en las competiciones, y que en años
sucesivos se beneficio de la cada vez más próxima relación de la marca con
Renault que no tenía problema ninguno en suministrar sus mecánicas más
desarrolladas, siempre tocadas por la mano mágica de Gordini, con cilindradas
de 1108 y 1296c.c.
El
éxito comercial seguía evolucionando de forma constante; los técnicos de
Alpine habían tenido un gran acierto desde el principio de su existencia al
utilizar un gran número de piezas en sus vehículos procedentes de las
empleadas en la producción de serie de Renault para los distintos modelos de su
gama. Este sin duda fue uno de los pilares de la fiabilidad mecánica en los que
Alpine basó su éxito en competición, pues sus modelos eran prácticamente
irrompibles aún en las más duras pruebas del calendario automovilístico
internacional.
Son
muy raros los rallyes de los años 60 y 70. tanto nacionales como
internacionales en los que los Alpine no hayan logrado la victoria. El diseño
de la berlineta está pensado en todos sus conceptos para obtener un elevado
rendimiento en competición y aún utilizando, como mencionamos anteriormente,
muchos elementos mecánicos procedentes de fabricaciones en serie, el hecho de
disponer de un conjunto bastidor / carrocería especialmente encaminado a lograr
la máxima eficacia en las adversas condiciones que supone la competición para
cualquier automóvil, le confería cierta ventaja sobre sus adversarios de la época,
pues estos eran generalmente automóviles de serie en origen, a los que se sometía
a profundas transformaciones para lograr hacerlos competitivos.
Podemos
afirmar que el concepto Alpine (primero en competición, después de serie) ha
sido sin duda, el que abrió paso a otros vehículos que posteriormente
alcanzaron grandes títulos en el panorama deportivo internacional, tales como
el Lancia Stratos, el Lancia 037, etc...
La
marca logró desarrollar otros vehículos encaminados a competir en circuitos,
principalmente en la categoría de sport. Estos inicialmente se denominaron genéricamente
empleando la letra "M": M63, M64, etc., habiendo logrado buenas
actuaciones.
La
más destacada fue la victoria absoluta obtenida en las 24 Horas de Le Mans de
1978 con el Renault Alpine A 442 BT, conseguida después de haberlo intentado
sin éxito en las dos ediciones anteriores.
En
Alpine también acabaron desarrollándose vehículos de Formula 3 que tuvieron
menos éxito.
En
el terreno comercial y una vez asumida la marca por la Regie Renault en 1973,
otros modelos sustituyeron a la berlineta a partir de 1977, como el A 310 y el
Alpine V6.
El
Alpine fue también fabricado en España por FASA Renault a partir de 1963,
iniciandose la producción con el A 108 tanto en versión cerrada como el
cabriolet.
La
producción española de Alpine finalizó en 1978 siendo su último producto el
A 110/1.400, modelo que se fabricó en exclusiva para España entre mayo de 1977
y mayo de 1978.
Por
aquel entonces ya había cesado en Francia la producción de las berlinetas
Alpine.
Para entender mejor los principios de Alpine, no dejes de leer la historia de CG (Chappe et Gessalin).
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