ALPHI - (1.928 - 1.931)



En la euforia industrial que marcó la segunda mitad de los años veinte, tres amigos y amantes de los buenos coches, el Baron de Luart, el Principe Stanislas Poniatowski y el ingeniero Hougardy, disponían de algo de capital y decidieron crear un coche deportivo de carreras cuya tecnología y estilo representara la síntesis de las mejores soluciones contemporáneas.

Así fue como en 1928 estos tres ingenieros decidieron crear la marca ALPHI (acrónimo de "Automobiles du Luart, Poniatowski, Hougardy, Ingenieurs"), estableciendo la sede de la "Société Alphi" en la rue de l'Université, en el distrito 7º de París. Esta firma tan sólo construyó cuatro coches entre 1928 y 1931, de los cuales sólo se conservan dos, el segundo y el tercero.

Su primer coche fue un bonito modelo de carreras, muy bajo y de elegantes proporciones, tenía una distancia entre ejes de 2600 mm y un ancho de vía de 1300 mm, pero pesaba alrededor de 1 tonelada. Respetable. Sus creadores no habían escatimado en la calidad de las piezas y lo habían dotado de un robusto chasis clásico, un eje delantero forjado y unos grandes frenos Perrot-Piganeau muy eficaces, un motor C.I.M.E. de hierro fundido de 6 cilindros con caja de 4 velocidades (sólo el conjunto ya pesaba 200 kilogramos), ligada a un puente diferencial unido al eje trasero, suspensión de ballesta con dos muelles semi-elípticos en la parte delantera y dos en la parte trasera, montada transversalmente para asegurar la independencia de las ruedas. Para controlar los movimientos de las ruedas, los semiejes eran soportados por tubos oscilantes transversales. Era un coche pesado para la potencia de su motor de 6 cilindros, por lo que el coche no superaba los 140 km/h.

Sin presupuesto para publicidad, y sin mención alguna en la prensa especializada, eligieron participar en competiciones importantes para ganar un poco de notoriedad e inscribieron este primer coche en la edición de 1928 de las 24 horas de Le Mans y confiaron el volante a los pilotos Henri de Costier y Serge de la Rochefoucauld. Cuando llevaban realizadas 45 vueltas y 770 kilómetros tuvieron que abandonar.

Los constructores de este primer coche, que sería destruido en 1939, reaccionaron diseñando un segundo modelo de carreras con un compresor Cozette (70 hp y un par motor de 62x82mm), dotado de un chasis más ligero y más manejable, y acortando la distancia entre ejes a 2400 mm. Su aspecto era impresionante, con un depósito de aceite en la parte delantera que disponía de una parrilla protectora que también adornaba el radiador. Dos tubos de escape se extendían a lo largo de la carrocería de dos plazas con el asiento del copiloto un poco más atrasado.

Este segundo modelo estaba pensado para participar en el Gran Premio de Francia de 1929 (Grand Prix de l'A.C.F., que ese año se celebró en el circuito de Le Mans el 30 de junio), sin embargo, no estuvo listo a tiempo para la carrera y no participó. Este es uno de los dos coches ALPHI que todavía se conservan.

El tercer coche ALPHI construido tenía vocación de coche de carretera. Fue concebido como un modelo estilo Coach de cuatro plazas con una distancia entre ejes de 2540 mm y ruedas traseras independientes. El peso del coche justificaba la elección de un motor americano Continental de 6 cilindros (73mm x 120mm) y 2,6 litros que le permitía alcanzar los 120 Km/h. Este coche todavía se conserva en la actualidad.

El cuarto coche ALPHI fue un modelo Torpedo Sport de cuatro plazas estilo Bentley Le Mans, con una distancia entre ejes de 3050 mm, depósito trasero y dos ruedas de repuesto dispuestas verticalmente. Para mover este gran coche, sus fabricantes se decidieron por un gran motor Continental de 8 cilindros (82 mm x 114mm) y 5 litros. Este cuarto vehículo fue adquirido y convertido en biplaza convertible por el campeón de pesas y aficionado al automovilismo Charles Rigoulot en 1936, y lo rebautizó como “Rigoulot Spéciale”. Es una lástima que desapareciera.