AIRFLOW - Un fracaso lamentable.

A lo largo de la historia del automóvil, pocas veces un modelo tuvo una trascendencia como la que produjo el Chrysler Airflow aparecido pro primera vez en 1934.

Pasados unos años desde su aparición, ya nada volvió a ser igual. Lamentablemente se lo conoce como "El fracaso más grande de la historia del automóvil", pero su verdadero mérito fue su contribución a la evolución del estilo. Despertó enormes controversias, su apariencia era inusual, fue un pionero de concepción universalista y para muchos fue el automóvil más significativo en la historia de la automoción de los EEUU.

Con el Airflow nacía el uso de la aerodinámica en el diseño de los automóviles, concepto que se propagó universalmente. El responsable de la idea y desarrollo fue el ingeniero Charles Breer.

La historia empezó un día de 1927 cuando Breer salió a pasear por el campo, cerca de un aeródromo y confundió una formación de aviones con una bandada de patos silvestres. Dicha formación era de una nueva generación de naves aéreas que empleaban plenamente los conceptos de la aerodinámica. Breer empezó a estudiar la posibilidad de aplicar esa disciplina en el automóvil poniéndose en contacto con el ingeniero aeronáutico William Earnshaw. Comprobando la intrínseca relación entre la presión del aire y la forma, se decidió a construir un túnel de viento y, a través de simples pruebas, se obtuvieron suficientes resultados como para establecer bases de comportamiento. Era el principio del desarrollo del factor Cx. Pero el Airflow no fue un modelo de "vestimenta moderna", Breer creo una estructura totalmente nueva llamada "Interlocking", un anticipo del monocasco. Con ello se obtuvo una rigidez 40% mayor que la de cualquier otro modelo y se mejoró la distribución de peso entre un 45% y un 55%.

Inicialmente, el Airflow,  tenía que ser exclusivo para DeSoto, pero W.P.C. decidió fabricarlo también para Chrysler fijando la fecha de presentación para el 10° Aniversario de la fundación de la Corporación. Esta decisión no fue nada acertada y fue la causa de su fracaso, al no poder cumplir con los compromisos en fecha, dando motivo a una campaña en su contra.

A petición de Keller el Airflow tuvo que ser acompañado por un modelo de líneas más convencionales, el Chrysler Six, que en 1935 se transformó en el Chrysler Airstream.